Hablemos (21-05-2025) 3f5d2r

Hoy tenemos con nosotros a Marcos María González, que el otro día estuvo también aquí acompañándonos, pero quiere contarnos una novedad que tiene para el grupo. Él es profesor de Gozón Aulas de Baile Latino.

Bueno, yo ya lo oí el otro día hablar y me parece que es una persona estupenda, que lleva en el alma el baile, la enseñanza, sobre todo, y tiene una sensibilidad muy grande. Estoy encantada de conocerte, encantadísima de conocerte, porque no solo es el baile de lo que aquí se puede hablar, es de muchas cosas que hay introducidas ahí.

Esa sensibilidad, ese movimiento que necesitamos todos. Dicen que quien baila sus penas aguanta.

Y yo creo que es verdad. Ese ritmo que todos llevamos dentro. Vamos a sacarlo, hombre.

Si antes se bailaba mucho más. Había bailes en los pueblos de agarrao, pero que se bailaba muchísimo.

Ahora, al no haber eso, la gente mayor está un poco cohibida, no sale a bailar. Y no estoy hablando de bailes latinos, estoy hablando de cualquier baile. Tú me dirás.

Sí, fíjate, hablando un poquito. Hola, muchas gracias de nuevo, lo primero, por darme esta posibilidad.

Y a ti por enseñarnos tantas cosas.

Y muchas gracias, Rosa, y a Onda Peñes. Mirar, sí, hablando un poco de lo que tú decías, a través del movimiento corporal se puede uno trasladar a muchos lugares.

Este día de atrás estaba viendo un vídeo. Un poco más cerca, ¿no? Sí, estaba viendo un vídeo sobre cómo la Fania All Stars, a mediados de los 60, principios de los 60, que fue ese fenómeno grande que sucedió con la salsa en Nueva York.

El vídeo versaba sobre unos previos pasos que surgían del caminar de las personas que tenían, sobre todo los que llamaban neoyorriquens, que eran puertorriqueños con una, digamos, con mucha humildad y con una carestía muy grande en ese lugar, en Nueva York, inmigrantes.

Y cómo se movían, cómo se tenían que mover en el día a día para afrontar con dignidad todas esas opresiones que vivían.

Y entonces la persona que lo contaba, puertorriqueño, hablaba de cómo elevaban su dignidad en el caminar y cómo eso lo transformaron en baile.

Y es verdad que ellos al caminar llevan ritmo.

Sí, sí, sí.

Es curioso, claro, no te das cuenta de eso, pero luego lo piensas.

Sí, llevan un flow, un compás, una sensación rítmica.

Sí, van como con ritmo a un pie, al otro pie, como van boleándose.

Exacto, exacto.

Qué guapo.

Entonces eso habla de toda una cultura detrás y de todo un espíritu de supervivencia, de dignidad.

Nada, yo hoy quería, como dije de soslayo el miércoles pasado, hablar un poquito de la idea que nos surgió de esto que nosotros llamamos musical.

Y bueno, el musical que nosotros hemos conformado, si queréis os cuento un poco cómo nació.

Sí, sí, sí.

Pues su título es Pasamos un ratito juntos y me bailas.

Pasamos un ratito juntos y me bailas.

¿Tenéis un cartel? Sí, tenemos por ahí un cartel.

Sí, lo estuve viendo yo y me gustó.

La idea surgió un poco hace ya casi cuatro años en casa, hablando con mi mujer, con mi pareja, de cómo trasladar a través del baile a la sociedad ciertas problemáticas, pero no en un tono de heterocrítica y quedarse solo en la crítica, sino que fuera algo alentador.

Que con ese traslado lo que hiciéramos fuera alentar a la gente.