Graduados Para Gobernar roa

El caso que vamos a estudiar el día de ahora es el caso de José. No termina José.

Y no me deja de sorprender José, porque es cierto, salió del trono. Estudiamos la semana pasada, llamado sin corona, el momento de la transición, pero ahora ya salió de la transición y ahora lo llamaron a que se siente en el trono. Y esto es muy importante que usted pueda lograrlo visualizar, porque yo sé que los que han estado acá, al menos podría decir que un 80 por ciento, por ser prudente, he tenido o con ustedes en alguna situación de consejería.

Y puedo decir con toda certeza de los que están aquí, la mayoría ha llorado, aunque esté en el silencio, pero ha llorado, ha abramado, ha sufrido, le ha dolido, se le han venido 15 mil preguntas a su cabeza, han entrado algunos en depresión, otros que consideran, bueno, ahí está el problema y hay que ver cómo sale, ¿verdad? Y ahí lo dejan en el olvido, pero están pasando algo.

Y el día a día, Iván, este mensaje es para usted. El propósito del señor es, si de tercer grado pasaste a cuarto, no vuelvas a regresar al salón de tercero.

Que este día este señor te gradúa de bachiller, ay, voy a chillar. No, sales de esa etapa porque ahora vas a entrar a la U.

No tienes que regresar al colegio otra vez. ¿Cuánto me están entendiendo lo que quiero decir? Porque si tú te gradúas es con propósito.

Bendito Dios, si ya te toca a ti sentarte en el trono, bendito Dios. Pero si no, la buena noticia es que aunque no sea el trono, hoy se cierra una etapa y empieza una nueva. Así es que hoy que veníamos orando con mi familia, yo decía en medio de la oración, señor, no me quiero conformar con decir están los que deben de estar, pero ahorita el señor me la acaba de cambiar, están los que se van a graduar. Algo se está cerrando, definitivamente.

Algo se está cerrando y algo se está abriendo. Entonces no es por gusto la presencia de la persona que está a su lado. Mira la ternurita, por favor, que está a su lado. No es casualidad que tú estés en este lugar porque este es el día de tu graduación. Tal vez no te habían invitado, tal vez no te habían dado una tarjeta, tal vez no te habían dicho que hoy te iban a celebrar, pero lo que sí sé es que algo va a suceder en tu espíritu que va a cambiar en este día.

Yo quiero empezar con este versículo. Génesis capítulo 31 versículo 39. No sé si todos logran ver la pantalla o quito el latrín. Logran ver, ok. Dice, pues que Dios te ha hecho saber todo esto. No hay entendido, ni sabio como tú. Hablando el faraón de José. Tú estarás sobre mi casa y por tu palabra, diga conmigo por tu palabra, se gobernará todo mi pueblo. Quiero empezar con esto.

No importa si ahorita no vas a sentarte en el trono, porque no quiero, no quiero levantar falsas expectativas que saliendo de aquí, el señor te tiene preparado allá abajo una serie y sin fin de cosas que jamás en la vida habías tenido. No. Lo que te quiero decir es que una etapa se cierra. Uno. Dos. Que ahora vas a iluminar a otro nivel, porque no es lo mismo iluminar en la cárcel que iluminar en el trono. Vas a brillar un poco más. Puede abrazar al que está la par suya, porque brillar implica comprometerme a que la gente me mire, porque yo puedo pasar en el anonimato y taparme y hacerme el desentendido, pero el señor te está graduando para que tú puedas alumbrar más.