Fracaso en un tomo 696b6x

La derrota útil resulta que después del capítulo del otro día un buen amigo que me conoce desde nuestra tierna infancia cuando los dinosaurios hacían de este mundo un lugar mejor me envió un audio oye álvaro ya estás con el tema del éxito y el fracaso otra vez pues sí ya estoy otra vez porque me casé escuchar aquello de que se le tiene miedo a la palabra fracaso y de que hay que normalizar la e integrarla en nuestro vocabulario mirad mi familia la componen escritoras músicos cineastas y entre mis amigos cercanos hay dibujantes creadores de videojuegos actores y si deportistas tranquilos hacemos por comer y llegar a fin de mes además algunos de ellos destacan a gran nivel en sus campos y disciplinas permitid que os hable con el corazón en la mano querer hablar de todas estas profesiones con números tratar de objetivizar las y de llevarlas a un plano que le es ajeno por definición on es el primero de los errores que cometemos debido a la sociedad en la que vivimos necesitamos hacerlo porque si no hablamos de rentabilidad de medallas y de audiencias reventamos confundimos la cultura y el deporte con la industria cultural y la industria deportiva esto es provocado por las propias industrias les conviene lo sabemos creer que por escuchar música o por ver mucho cine nos convertimos en una persona cualificada para tildar de éxito de excepción o de fracaso y sin escala de grises una obra vamos a decir que es venirnos muy arriba ya tienen a su equipo técnico para para eso es que si no lo decimos no aprenden no mejoran y vive en una burbuja de halagos de verdad crees juan carlos josé ignacio de luis alejandro que si no escuchan tus palabras tu crítica concienzuda tras cuatrocientos cincuenta libros reseñados y setenta y cinco mundiales analizados con tu dexter se van a estancar pásame algo de todo tu estima por favor si la libertad de expresión es un derecho fundamental eso está fuera de toda duda pero nuestra libertad para expresarnos no debe chocar con el derecho del prójimo a no escucharnos y las redes sociales permiten etiquetar para que la artista se vea sumergido en una boadilla del fan de turno sin posibilidad de evitarla la policía no puede controlar los decibelios en instagram o twitter porque no hace falta ser un heather para hacer daño con una opinión no solicitada y por descontado que no respondan las afectadas o será peor el derecho a réplica es muy exclusivo y si le permite a pocos dicen aquello de el escritor si sabe que no lo gestiona bien que no se meta en redes sociales claro además de cornudo apaleado responsabilizar a la víctima por seguir con su vida un clásico al final no son más que excusas para hablar por hablar y sentirnos importantes hablando de los demás y de su profesión se esboza una sonrisa irónica en mi cara cada vez que oigo eso de si yo lo hago mal en el trabajo mi jefe me llama la atención y me dice que lo hago mal pues con los deportistas igual y digo una sombra esa porque a la mitad su jefe ni les conoce pero sobretodo porque de forma implícita están queriendo decir que ellos son los jefes del deportista del músico o del actor es esa falsa creencia de que el cliente siempre tiene la razón y de que son clientes y jefes porque pagan una entrada para un partido o un concierto o porque todo se debe a algún funcionario o ente público que con ese dinero esperad que me pongo solemne con dinero público ha puesto ahí al cantante o deportista para y disculpa la expresión ser disfrutado por todos no el cliente no siempre tiene la razón ni ellos dependen del cliente porque entonces bertín osborne habría dejado de dar conciertos hace años con el paraguas de los efectos secundarios abierto aceptamos que por ser cara conocida tengan que soportar todo esto dicen va en el cargo a aguantar sino que elijan otra profesión claro porque educar es más costoso y exige una deconstrucción que nos está dispuesto a hacer si quieres puedes ve a por tus sueños persíguelos no ser que quiera opinar de tu vida en tu cara y no estoy dispuesto a aceptarlo en ese caso búscate otra aspiración el engaño de la meritocracia y sus aristas clinic wood hablando sobre la subjetiva y fina línea entre el éxito y el fracaso decía que un millón de palomiteros no le iban a explicar en cada ocasión aquel lado se encontraba toca finalizar este capítulo para que quede compacto y no seguir dando la turra