Felipe II encerró a su hijo: Don Carlos 3q2q8

España mil quinientos sesenta y dos desperté aturdido no terminaba de comprender es lo que suele suceder con los sueños te despiertas y no sabes dónde estás ni siquiera ves bien pero entonces es que algo extraño ha pasado los despertares normales cuando te has ido a dormir y te despiertas cuando toca a las horas más o menos no males son tranquilos serenos hasta cierto punto rutinarios no paras a pensar en ellos sin embargo este despertar resultó doloroso la cabeza era horrible encima empecé a ver sombras que se movían alrededor de mi cama que sudaban que se burlaban que hablaban me miraban y volvían a sus libros discutían entre ellos nos baja muy temerosos no querían en definitiva debes escuchar entre los presentes estaba mi padre mi padre su majestad que hacia aquí detrás de todos ellos al final de la habitación en la puerta pude ver si entrecerraba un poco los ojos la figura pequeñita de juan me miraba preocupado intercambiamos un par de miradas nuestros ojos se cruzaran ya sabíamos lo que signifi cada otra vez la enfermedad a mi alrededor estaba todo lleno de objetos extraños incluso cerca de mí descansaba una momia la momia de un santo mi padre pensaba que dormir con reliquias sostenerlas cerca podía curar ciertas dolencias verdad será mentira dios mío qué estás ahí arriba ayudarme a entender esto mi padre me miró también pero esta vez lo hizo de forma dura ruda antipática otra vez estaba decepcionado te dieron perseguir a una sirvienta definitivamente tenía un problema pero la reprimenda de mi padre me hizo recordar lo que habia pasado aquella muchacha corriendo por el pasillo y yo detrás de ella persiguiéndola como loco loco de amor de furia loco de lujuria o todo a la vez la cabeza me martilleaba demasiado solo otra imagen se vino mi mente se resbale al perseguirla por las escaleras y me derrumbé me golpeé la cabeza con con la barandilla o con el peldaño qué dolor qué debemos hacer preguntó mi padre dirigiéndose hacia los médicos proponer ahora qué pretendéis que hagamos los médicos se miraron entre ellos la solución para estos casos era obvia hasta cierto punto pero no solía resultar apropiada para un miembro de la corona mi padre sin duda estaría de acuerdo con esto siempre así volví a dar darle la espalda o a intentar dársela buscando a juan donde estaba juan en estos momentos seguía plantado detrás de la puerta ciérrala ese era otra vez padre pidiendo a los criados que nos alejarán no soportaba ver a su hermano y le daba rabia saber que había otro en el corazón de su propio padre que era mi abuelo majestad intervinieron los médicos no os agobiéis callar dio mi padre y ya sabéis que hacer no lo permita es padre pedí por favor intente levantarme pero el dolor era demasiado intenso padre no lo soportaré pues así aprenderás respeto él aprenderás qué tienes que ser un rey un borracho las sombras se volvieron más espesas no conseguí comprenderlo comenzó a asaltarme el aire entre entre moverme volví a intentar arrastrarme pero esta vez no es que fuera el cuerpo lo que me retenía a la cama sino mi propia cabeza yo no sé si estaba atado pero notaba ataduras en mis extremidades notaba que algo me mantenía preso y yo no podía hacer nada por evitarlo