Especial RA: Gustavo Silva de Almeida 102q6q

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Bienvenidos, bienvenidas a Brasil es mucho más que samba. Yo soy Esther Gambí y como siempre nos estás escuchando en el 89.0 de FM o bien a través de la página web de Radio Universidad. Hoy empezamos un ciclo de entrevistas dedicadas a los fotógrafos seleccionados por el Programa de Residencia Artística de Fotografía del Centro de Estudios Brasileños para este 2025.

En total serán cuatro emisiones en las que conoceremos los nuevos proyectos y a los nuevos artistas que pasarán por el Palacio de Maldonado a lo largo de todo el año. Para empezar charlamos con Gustavo Silva de Almeida que será el encargado de inaugurar esta sección hablándonos de su trabajo titulado Las cosas maravillosas de Atown.

¿Preparados para adentraros en la región más pura y salvaje de Brasil? Pues agarraos donde podáis porque empezamos. En primer lugar le pedimos a Gustavo Silva de Almeida que hable un poco de sí mismo, que se dé a conocer. Él nos cuenta que es natural de la ciudad de Itabuna, en el interior, al sur del estado de Bahía. Es graduado en Ingeniería Civil y también artista plástico y fotógrafo autodidacta. Su interés por el arte se remonta a su infancia.

A los diez años pintó sus primeros óleos sobre soportes de madera fabricados por él mismo, inspirándose en las fotos de obra de grandes artistas que sacaba de la enciclopedia. Más tarde, viviendo ya en Salvador, la capital del estado, empezó a frecuentar los museos de la ciudad, sobre todo el Museo Carlos Costa Pinto, donde iraba en silencio el trabajo de pintores como Presiliano Silva, que era tío de su madre y por desgracia ya fallecido en aquella época.

También Mendoza Fillo, López Rodríguez, Alberto Valenza, entre muchos otros. La fotografía surgió en su vida como una necesidad, pues muchas veces tenía que recurrir a hacer una foto para registrar un momento específico que después deseaba llevar al lienzo o al papel. Hoy se confiesa enamorado de este fantástico mundo, especialmente el de la fotografía en blanco y negro.

Empezó a hacer fotos en torno al año 1974 y lo mismo que haya pasado en el caso de la pintura, lo hizo de manera autodidacta. Afirma que este hecho, el no haber tenido una formación específica o formal en el área, le confiere mayor libertad poética y no tiene que regirse necesariamente por las reglas de lo que se entiende por buena fotografía, hablando entre comillas.

Pero yo ya estoy hablando demasiado, así que vamos a dar ya la palabra a Gustavo Silva de Almeida, que lo cuenta todo mucho mejor que yo. Gustavo, dentro micro para ti.

Soy natural de Itabuna, ciudad interior situada en el sur del estado de Bahía. Graduado en Ingeniería Civil. También me dedico a la arte como artista plástico y fotógrafo autodidacta, teniendo técnica y creatividad para expresar mi visión del mundo.

Mi interés por la arte viene desde la infancia, motivado por el don del diseño y la pintura.

A los 10 años pinté mis primeros cuadros a óleo en soporte de madera que yo mismo confeccionaba. Ya a los 12 ejecuté mi primera pintura a óleo sobre tela.

Siempre practiqué la pintura como autodidacta, estudiando los grandes pintores. En el comienzo recurría a las fotos de los libros de arte. Más tarde, ya viviendo en El Salvador, visitando los museos de la ciudad, donde iraba y aprendía silenciosamente con las obras de artistas como Pisciliano Silva, tío de mi mamá, infelizmente ya fallecido en esa época, Mendonza Filho, López Rodríguez, Alberto Valenza y otros.

Ya la fotografía surgió en mi vida como una necesidad, pues muchas veces necesitaba registrar un momento específico para después pintarlo en la tela. Y fue así que comencé a me interesar y a gustar de fotografía. Hoy estoy enamorado de este fantástico mundo, especialmente el de la fotografía en negro y blanco.

Comencé a fotografar por vuelta de 1974, y así, como sucedió con la pintura, también soy autodidacta en términos de fotografía. De hecho, no podría ser diferente, pues me considero autodidacta en casi todo lo que hago, excepto en la ingeniería, que es mi pasión.