Ep03 Te04 especial trilogía Sonic Megadrive 6j6b5g

Pegi 18. Callaros, callaros, que esto empieza ya.

Aquí arranca nuevo nivel. Hola a todos y todas y bienvenidos a nuevo nivel, el podcast dedicado a la música de videojuegos retro y no tan retro. Pues bien, como ya os comentábamos en el anterior programa, no sabíamos si traer en este un especial sobre los Sony numerados de Mega Drive o acabar con esa terna publicación de la Super Juego número 22, la cual llevábamos a rastras desde hace ya muchísimo tiempo.

Finalmente nos hemos decantado primero y para el día de hoy por el gris azul de Sega. Así que hoy, lo que nos atañe será un programa bastante seguero, tercer episodio de nuestra cuarta temporada. Y por otro lado tenemos que recordaros que es importante que le deis al corazón de iVox, ya que será algo que nos ayudará a tener bastante más visibilidad y a su vez hará que nuestro contenido llegue a más público.

Decir también y recordaros que ya que no podemos ver quién le da el corazón, por favor el que lo haga que separe unos instantes a comunicarnos por la misma cajita de comentarios de la aplicación de iVox. Y así en el siguiente programa os podremos nombrar y agradecer. Pues bien, una vez dicho todo esto, solo nos queda por decir yo soy Bronco, yo soy Gómez y no os despistéis mucho que esto empieza ya.

Tras el alabacle que sufrió Atari Corporation debido a la crisis del sector de los videojuegos en el 73, floreció la dura rivalidad entre otras dos grandes empresas, Nintendo y Sega, y por ver quién se llevaría la hegemonía del mercado. Siendo esta encarnizada lucha la que comenzó a definir la industria del videojuego tal como la conocemos hoy día. Y por cierto, esta lucha tuvo en su primera plana a dos de los personajes más icónicos de este mundillo, a Mario y Sonic. Mario nació en la década de los 80 conociéndose inicialmente como Jackman.

Su creador Shigeru Miyamoto tuvo la importante tarea de diseñar en un tiempo récord un juego con el cual pudieran sustituir a poco exitoso, o mejor dicho, el estropicioso fracaso del arcade de disparos Radar Scope, por lo menos a lo que se refería al mercado norteamericano. Nintendo no contaba con buenos números en esa época, y los cientos de máquinas de Radar Scope debían ser sustituidos rápidamente por un juego que les llevara el éxito. ¿Era eso o morir? La cosa es que en Japón las cuentas iban bien.

Lo malo eran las casi 2.000 máquinas que en Estados Unidos se encontraban almacenadas por no tener salida. Miyamoto empezaría diseñando una recreativa de Popeye para suplir a Radar Scope, aunque finalmente la compañía se encontró con nuevos problemas. Nintendo no consiguió los derechos del marinero a tiempo, y el propio Miyamoto tuvo que rediseñar todos los personajes, pero sin cambiar la esencia original del proyecto de Popeye.

Cambiar a Brutus por Donkey, a Olivia por Pauline.