Entrevista a René ZZ - el precio de ser tu mismo 1n363q

Y cuando volví a casa, mi madre me preguntó qué tal y yo no le pude ni contar porque no paraba de llorar.

Quedé como con 25 años con esta sensación de estar solo ante el vacío, de decir, no sé ni qué quiero hacer con mi vida, ni cuáles son mis objetivos, ni cuál es el siguiente paso, ni de qué voy a trabajar, ni cómo voy a vivir.

El amor, el desamor, la muerte, la tragedia, el fracaso, todas esas cosas al final llegan a un punto en el que yo creo que uno tiene que aprender a abrazarlas y a ser un poco consciente de que la vida consiste precisamente en atravesar ese tipo de historias, no variedades.

Cuando era pequeño tenía mucho miedo. El hecho de no haber tenido padre me generó como tanta...

Tanto miedo al mundo y como una sensación de vulnerabilidad tan grande.

De alguna manera, mi sueño es tener un hijo para ser el mejor padre que yo pueda ser, ¿sabes? Tengo que demostrarle al mundo que el hecho de que yo esté aquí vale la pena.

Todo lo virtuoso y lo verdaderamente trascendental e interesante está más allá del miedo. Todo.

Bueno, hola a todos y bienvenidos. Los que me estéis viendo por YouTube estaréis viendo que ya hay cambios, como que estoy en un sitio diferente, no es el Zulo desde el que suelo daros la chapa.

Y si simplemente me estás oyendo por Spotify y no me ves en vídeo, pues ya te lo estoy contando yo.

Hay cambios. ¿Y cuáles son estos cambios? Pues bueno, después de casi dos años en el que yo simplemente te daba la murga y te contaba movidas sobre psicología y mis reflexiones sobre ello, pues esta vez he decidido darle la murga a alguien en directo y empezar a atraer invitados, ¿no? Decirte que esto no va a ser tanto una entrevista tradicional, como suele ocurrir en la mayoría de los podcast, sino que lo que intento es traer a una persona y poder tener un diálogo con ella en el que utilicemos su propia experiencia de vida y la temática que él suele abordar para poder tratar temas de psicología.

Como siempre, lo que intento es ir un poquito más allá de lo obvio y de la tecniquita psicológica de turno y poder ir un poco más al fondo de las cosas y también ir más allá de las etiquetas, del diagnóstico o del personaje público, y poder ver al ser humano que hay detrás de mi invitado.

Y bueno, aclarado y ubicado todo esto, pues para mí me da mucho gustico el poder presentar a mi primer invitado, que tengo por fin aquí a René. Buenas tardes, tío.

¿Qué tal, tío? Buenas tardes. Y gracias por invitarme, estoy deseando ver qué sale de esta conversación.

Un placer tenerte aquí y un placer que te atrevas, porque los que vendrán después habrán visto esto y sabrán un poco cómo va la movida. Pero tú has venido aquí a lo comando, ¿no? Exacto, a veces me gusta cuando no sé.

Vale, bueno, pues entiendo que la mayoría de la gente te conocerá y sabe quién es, pero bueno, si tuvieras un poco que presentarte y decir quién eres, ¿cómo te presentarías a ti mismo? Vale, esta la practiqué hoy en la ducha. Es que es difícil, porque es lo típico de que yo al menos me presentaría de una manera distinta, así que voy a improvisar. A ver, yo soy un chaval que viene de la ciudad de Coruña, yo nací allí, estudié diseño gráfico, luego dirección artística, y siempre he sido como un poco lo que se solía considerar rarito.

Pero no rarito en el mal sentido ni nada, siempre he tenido amigos, me he llevado bien con la gente, pero siempre he tenido gustos peculiares y cosas que no cuajaban tan bien con mi entorno en el colegio y tal.

Entonces nunca me gustó el fútbol, nunca me gustó Harry Potter o lo que estaba de moda.

A mí me gustaban cosas como, bueno, no por hacerme el especial, porque yo lo pasaba mal, pero cosas que me gustaban a mí y a poca gente. Y cuando fui creciendo, empecé a desarrollar como todos esos hobbies, empecé a descubrir que eran compatibles con hacer una vida normal y conocer a gente y salir a la calle y tal.

Y ahí un poco se forjó mi personalidad. Tuve grupos de death metal, de deathcore, me gusta mucho la música extrema, yo vengo de ahí, hice mis pinitos en diseño de moda, pero tenía mi marca de ropa y le dábamos duro, pero nadie la compraba porque era muy cara y no sabíamos hacer marketing.

He fracasado en 40.000 proyectos, trabajé diseñador gráfico, estuve viviendo un tiempo en Alemania, luego un tiempo en Finlandia, he vuelto a España, y ahora, a día de hoy, puedo decir que soy el referente número uno de tatuajes de habla hispana. Le duele a quien le duele, pero al parecer es una realidad eso.

O sea, si alguien quiere ver algo de tatuajes, tú eres el hombre, ¿no? Sí, y si no quieren verme, a mí lo van a tener complicado porque tengo como todo, en plan YouTube, TikTok, todo ahí plagado de vídeos míos dándole a la turra.

Vale, y bueno, digamos que eso sería un poco más...