Diarios del indieteco 7: Hacemos difícil lo sencillo, yo el primero. r6z4t

Muchas veces hago lo simple complejo solo porque creo que no soy lo suficientemente capaz.

Leyendo el documento El pensamiento complejo de Edgar Morin, una posible solución a nuestro acontecer político, social y económico que nada tiene que ver con videojuegos, estaba dándome cuenta de algo que incluso pude ligar con un podcast de videojuegos, así que voy a ver como uno una cosa con la otra.

En el documento del autor José Luis Uribe Sánchez se menciona que lamentablemente no sabemos por dónde atacar la problemática que día a día nos acontece. Es suficiente una rápida leída a la información diaria que los noticieros muestran para poder observar que la mayoría de los problemas globales, vitales y cotidianos no solo se caracterizan por ser de magnitudes excepcionales, fuera de cualquier estándar normativo conocido, sino que también se caracterizan por sus escalas irreductibles.

La característica más importante de estos problemas es que muestran las distintas y muy variadas interconexiones entre las dimensiones de lo real, que a su vez se manifiestan en toda su complejidad. En estos problemas podemos observar emergencias de hechos, objetos y procesos que son multidimensionales, multirreferenciales e interactivos, retroactivos y recursivos, y además con componentes de aleatoriedad y de azar e indeterminación.

También el autor menciona que hemos aceptado la propuesta de reducir nuestra experiencia a sectores limitados del saber y de alguna manera hemos sucumbido a la tentación del pensamiento reduccionista. Olvidamos que cada componente forma parte de un todo más grande, y que las relaciones y las interconexiones de estos elementos también son importantes, y que los contextos nos hablan de la existencia de realidades diferentes.

Ahora bien, aquí voy a empezar a hacer el arroz con mango, como diríamos en América Latina, porque una cosa parece que no tiene sentido con la otra y muchísimo menos con los videojuegos. Hace un tiempo atrás estaba escuchando a una persona hablar y decía justamente como empecé el audio, todo es más simple de lo que parece, solamente que lo hacemos más complejo desde afuera. Si esto yo lo traigo a mi vida personal, hace ya como un año y tantos que empecé a hacer ejercicio en serio, voy a nadar 2 días a la semana y voy al gimnasio 3 días a la semana.

Inicialmente me centro en la natación, yo no sabía nadar nada, literalmente no sabía hacer ni burbujitas bajo el agua. Era una persona de 34 años que nunca en su vida había nadado, a lo sumo había estado en una piscina, pero nadar nada. Y esto fue un proceso de aprendizaje complejo, de ir a ahogarme, de ir a aprender a flotar, de ir a aprender a patear, de ir a aprender a brasear y de generar en mi cuerpo el proceso de natación.

Desde afuera y por muchos años yo creí que esto era algo muy complejo, que era muy difícil, ponía barreras donde yo decía que esto no lo podía hacer nunca, que yo era muy pesado, que yo era muy lento, que yo era muy torpe. Y hasta cierto punto el miedo invadía mucho ese pensamiento y lo hacía aún más grande de lo que era. Pero una vez empecé, me di cuenta que era más sencillo de lo que parecía.

Incluso si uno se pone a ver videos de cómo aprenden a nadar los niños, los profesores de natación son bien cabrones, porque agarran al niño, lo zarandean y lo hacen tirado a la piscina y este parece que se va a morir, pero después de unos cuantos segundos sale flotando como si nada, porque el cuerpo humano flota de una manera muy natural. Una de las cosas que más me costó aprender fue relajarme y simplemente disfrutar del momento. Y es aquí donde empecé a ligar muchas cosas con el mundo de los videojuegos. Hay muchos géneros que yo no juego porque me he puesto barreras y he creído que son muy complejos o que son muy difíciles para mí, pero todo tiene un proceso, todo tiene un