La Diana 2X19 | Álvaro Díaz del Real: "Las raves en la Andalucía de los 2000 fueron algo único" 252s1a

Me parece una ofensa a la gente, yo no soy músico, ni me he ganado la vida, ni me he ganado la vida, soy malísimo.
Pero me parece una ofensa a la gente que se lo curra y que se quiere ganar la vida con la música
y que tú vayas a un concierto y que los festivales estén llenos de esta zofia, de esta falta de respeto.
Bueno, los festivales yo creo que ya es otra cosa, ¿eh?
Porque tú cantas y ni siquiera estás cantando en playback, tío.
Ocupaban una nave allí en San Francisco y montaban una fiesta.
Y se trataba de la primera experiencia de unos chicos que iban a este tipo de fiestas.
A nosotros nos sirvió de acicata y de estímulo y de motivación para replicar aquí
lo que habíamos visto, tanto lo que comentaba antes en otros países, como a través de la película.
Y entonces, bueno, nosotros elegíamos el sitio con muchísimo detalle,
nos asegurábamos de que no iba a interferir nadie, de que la policía no iba a venir,
de que no molestábamos a ningún vecino.
Y también, sobre todo, de la seguridad. Era clave, porque estos sitios abandonados
tenían agujeros, las paredes se caían.
Bueno, tú metes ahí 10.000 vatios, no era un rato de cassette.
Alquilábamos 10.000 vatios, 10.000 vatios es un copión.
Y entonces, claro, las vibraciones ponían a hacer que colasen las texturas.
Entonces teníamos que hacer pruebas, teníamos que asegurarnos muy bien,
lo descentábamos, lo limpiábamos.
Y la característica principal nuestra es que nos lo currábamos mucho en lo que era...
Esto hoy en día está muy en boca, que es la experiencia.
No, es que la experiencia... Hoy en día no se venden productos.
Hoy lo que más se ha mandado a estar en el mercado es la experiencia.
Me tiro de un avión.
Un aquapointing.
Una pareja en un club de swingers.
La gente lo que quiere vivir son experiencias, porque parece que hemos colmatado
ciertos aspectos materialistas.
Eso ya no nos satisface, nos hemos dado cuenta que por mucho dinero que tengamos
y lo hacemos, el placer, la dopamina que te genera el gasto instantáneo...
Es corta.
Es corta, pero queremos vivir experiencias.
Y nosotros lo que queríamos es que la gente que viniera viviera una puta experiencia.
Entonces lo que colábamos todo, hacíamos útiles, y eran luces...
Entonces era, joder, aparecer a 50 kilómetros de Sevilla o de Cádiz
y en un sitio que aparentemente estaba abandonado y que de repente cobraba vida
era como un mico.
He seleccionado palabras, no me acuerdo qué son.
Es que mi abuela jugando a un mico, con una tranfuya...
¡Ah, vale!
¡Hombre!
Con una tranfuya se trampa.
¡Vale, vale, vale!
Hace no mucho, cuando trabas con un carnet falso en las discotecas
o cuando tenías que pedirle a la madre de tu colega que te pasara coler
cuando le pegabas al porterillo, el reino del folklore y del flamenco andaluz se tambaleó.
Un sinfín de nuevos géneros musicales underground asaltaron nuestras vidas.
Las botellonas, las raves, los caniles, chunda, chunda.
Todo esto cambió lo que era Andalucía en los 2000.
Es que, al igual que lo hizo el flamenco antes de convertirse en marca Andalucía,
lo nuevo, lo underground, arrasa y transforma.
Los 2000 fueron años de cambio constante,
con la tecnología como principal motor y la cultura como principal afectada.
En 25 años Andalucía ha cambiado mucho,
pero como no les puedo explicar mucho porque soy yo muy joven,
vamos a hablarlo con alguien que sí que es experto en ello,
que es Álvaro Díaz del Real, músico y escritor.
¡Un fuerte aplauso!
Álvarito, qué haces, ¿cómo estás?
¡Carajo!
¡Bienvenido a la diana!
¡Muchas gracias por invitarme de nuevo, aquí estoy!
¡Casa!
Esta es tu casa, ya, efectivamente, te lo iba a decir.
¡Mi hogar!
¿Cómo te sientan los rayos malagueños?
Pero que lejos después de comer unos espetos que son una maravilla.
Ya sabes que vivo en...
Y echo mucho de menos este bendito sol en nuestra tierra.
¿Estás en el extranjero?
Estoy en España.
¿Ah, en España?
Sí.
Bueno, ya sabes todo, que Allende de España Perro es otro país.
Efectivamente.
Bueno, vamos a hacer el protocolario al principio, ¿vale?
Lo primero, les pedimos perdón a señoras y señores, porque esto está saliendo el lunes, seguramente.
¿Por qué?
Pues porque mañana domingo, esto es sábado, como todo el mundo sabe,
mañana domingo a las nueve o diez de la mañana tengo que partir en la marcha de la demanda,
porque efectivamente, como buen republicano, vamos a salir a conmemorar el asesinato de tantísimas personas
durante la masacre de la demanda.
Entonces no me va a dar tiempo de editarlo para que salga a las cinco de la tarde y va a salir el lunes, ¿vale?
Perfecto.
Quiero también agradecer a este espacio, a la Vinagra Verde y Blanca,
por cedernos el lugar para grabar esta primera entrevista abierta al público.
Gracias de verdad, de corazón, por darnos este espacio.
Y, aunque no lo han puesto para nosotros, pues también agradecer a quien ha decorado esto tan guapo,
que es José Enrique.
Ahí, tal cual, no tiene apellido, por lo menos no me lo han dado.
Que es el que ha hecho los cuadros que estáis viendo por aquí detrás, todo guapo.
Y aquel que veis allí, el grande, lo ha hecho la Pony Taylor,
que es una artista local que, en Albucia, habéis leído las crónicas maravillosas que hago yo en la Nueva Málaga.
Habréis visto que una vez, cuando esto se inauguró, salió la crónica.
Y la chavala, pues eso, el cuadro ese tan guapo que tenéis ahí,