El Despertador 2.0: (02-04-2025) 405a3h

Onda Capital. ¿Cómo? ¿Cuándo? Y dónde quieras. Onda Capital punto es.

Amigas, amigos, bienvenidos al Anochecer en la Radio. Soy Esteban Vázquez y esto es El Despertador.

Y cuando son las 9 y 3 minutos, 8 y 3 minutos en Canarias, Onda Capital enciende la alarma de este despertador que pretende zarandear las conciencias de todos los que sintonizan el 95.1 de la FM o nos ven a través de nuestro directo en Facebook.

A todos los que decidís sumaros a esta nueva asignadura al Despertador, sed bienvenidos.

Contamos el segundo día de abril y estamos tratando de reconvertir al refranero español porque creo que ya a nadie se le ocurrirá decir que la lluvia en Sevilla es una maravilla.

Estamos empezando a ver cómo los pingüinos ya montados en zodias se van paseando por la plaza de España.

Aquí ya, como diría Chiquito de la Calzada, las ranas ya van con cantimplora.

Y lo cierto es que la gente que no les gusta la lluvia y que tiene ya un ojo puesto en el domingo de ramos y el otro en el día en el que estamos, pues empiezan a sentirse un poco agobiados con esto del tiempo.

Yo si les digo la verdad, si llueve tampoco en mi caso me voy yo a molestar mucho.

Pero bueno, entiendo que todos los cofrades y gente de bien que quieren ver a sus titulares en las calles pues estén mirando al cielo en plan, por favor, por Dios bendito, que deje de llover y que por lo menos esta semana santa, ya que la del año pasado no pudo ser, se disfrute desde el domingo hasta el domingo.

Pero bueno, en cualquier caso, las previsiones hemos de decir que según el Wendy, que es una aplicación bastante acertada de meteorología, para el domingo de ramos y para el lunes santo la cosa está regulera.

Está regulera, entonces no sabemos si vamos a poder ver a la borriquita por las calles.

En cualquier caso, todavía es demasiado pronto, en primavera ya saben ustedes que el tiempo va y viene, como los palios de las vírgenes de Sevilla, y por tanto no sabemos si ciertamente vamos a constatar esta previsión que hoy hacemos.

Pero ya la vamos diciendo para que de alguna manera se vayan ustedes haciendo el cuerpo.

Que si al final tenemos que ver los santos dentro de las iglesias, pues ya está, pues lo que toca.

Y al final tampoco nos va la vida en ello.

Al fin y al cabo, si prácticamente en esta ciudad se van a santar es todo el año.

Si raro es el fin de semana que no hay un paso en la calle.

Bueno, habrán notado ustedes que es un tema que me tiene un poco a mí cansado, ¿verdad? Pero en cualquier caso, y hablando en serio, esperemos que sea una buena semana para todos.

Ya les diremos conforme se vaya acercando el momento si las previsiones cambian o no cambian.

En cualquier caso, hoy tenemos un día maravilloso, arropados por estas nubes que nos traen agua, que nos limpian el ambiente, que nos permiten saber que el mundo sigue vivo, ¿verdad? Y que esto del cambio del clima climático, pues, bueno, está ahí, ¿no? Como decía, ¿qué? Lo del cambio del clima climático.

En fin, hoy estoy súper contento, queridos amigos, porque hoy está aquí conmigo una persona a la que quiero un montón, que nos conocemos desde yo no sé cuándo.

Yo creo que cuando nosotros nos conocimos, donde está ahora la girarda había un solá.

Y bueno, pues es de esas personas que, aunque no hablemos a diario, pero cuando nos hablamos parece que hemos estado hablando toda la vida.

Hoy vamos a hablar con nuestra querida amiga Elena Tobaruela, psicóloga, directora del Instituto de Inteligencia Emocional, sobre precisamente eso, la importancia de la inteligencia emocional.

Con ella vamos a estar dentro de nada, de unos minutitos.

Antes, ustedes evidentemente me van a permitir que dé la bienvenida y un abrazo cariñoso a mis dos colaboradores, sin los cuales no podría yo hacer este programa.

En primer lugar, a nuestro culte cabecera, Adrián Romero. Muy buenas noches, Adrián.

Buenas noches.

¿Qué tal? Pues muy bien, aquí veo que has comido lengua ahí.

Madre mía, qué barbaridad, no para, no para de darte a la circuito.

Venía con ganas de marcha.

Ya le diría.

Ves que he estado dos semanas sin programa de radio.

Es verdad. Bueno, hablando de lo de abril...

Cerral.

Yo soy más de Cerral.

Cerral.

Abril, Cerral, me encanta. Para mí ese es mi nuevo refrán de todos los años.

Pues nada, pues eso, Abril, Cerral.