Del te quiero, al te callas m4v21

Las opiniones vertidas en este programa son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan el pensamiento ni la ley.

Bienvenidos a Una Taza de Café con Roca, el espacio donde el derecho se encuentra con la vida cotidiana.

Aquí, entre anécdotas y reflexiones, desmenuzamos temas legales de actualidad de una forma sencilla y cercana.

¿Listos para un buen café y una charla amena? ¡Comenzamos! Cafeteros del alma, muy buenas noches. Esperando se encuentren bien una vez más.

Bienvenidos a este programa, Una Taza de Café con Roca, donde el derecho se mezcla con la vida real y un toque de chismecito legal.

Hoy vamos a abrir una puerta a un chismecito que por vergüenza, por miedo o a veces hasta por costumbre, y eso puede ser muy malo, la gente no lo dice, o a veces lo vemos y lo vivimos y no lo compartimos.

¿De qué vamos a hablar el día de hoy? El programa de esta tarde, vamos a hablar de la violencia familiar.

Y lo vamos a hacer con dos casos. Quiero hoy compartirles dos chismecitos legales, y en su momento también, pues son emocionales.

El primer caso, les voy a comentar, ocurrió en el Estado de México.

En algún momento, alguna persona se ha metido a estas aplicaciones de citas y empiezan a tener una relación sentimental, en la cual pues a veces no entendemos o comprendemos los alcances, porque si bien es cierto que en ocasiones, cuando conocemos a la persona, que somos amigos de mucho tiempo, no deslumbramos las consecuencias que puede tener una relación.

Imagínense una persona que no conocemos en ocasiones, y más por el tema de los chats.

Ahora, esta parte van saliendo, van muy bien, ya llevan dos años tratándose, ya de manera personal, de manera presencial, y posteriormente se casan. Entonces, vamos a llamar a esta mujer Leni.

Se casan, y se casa con Luis, pongámosle un nombre, y todo empieza muy bien, como es costumbre en las parejas.

Todo empieza con romance, flores, serenatas, pero pues termina con gritos, cachetadas, un encierro, y pues problemas psicológicos y emocionales que al final dejan a una persona sin autoestima, dejan a una persona sin poder creer en ella misma. Pero lo peor aún, imagínense que los familiares de Leti lo sabían.

Los sospechaban algunos otros, pero nadie, absolutamente nadie, decía nada.

Hasta que un día, supuestamente por una caída, ya saben, ese típico, me pegué con alacena, o ese típico, es que iba caminando y me caí.

Entonces un día Leti va al hospital por una de estas caídas, y el doctor pues ya no le contró el cuento, ya no le dijo nada más, y activó un protocolo que existen en los hospitales del IMSS.

Pues bueno, lo demás se convierte en una historia desgarradora.

Les voy a explicar por qué Leti, después de este protocolo que se activa gracias al médico, tuvo que denunciarlo.

Entonces, lo que empieza de una situación tan sencilla, termina en una situación muy compleja.

Porque al final, Leti, gracias a los dictámenes que le dio el médico al agente del Ministerio Público, inicia una denuncia.

Y empieza a contar toda una historia que inicia con flores y termina con gritos, termina con circunstancias aterradoras, en las cuales ella se ve, lo voy a llamar así, ahogada en una autoestima baja, y en una angustia, porque ella tenía ese miedo de poder decir las cosas.

Y cuando llegan a una psicología, perdón, a una percepción,