DC/PC Ep. 66: El Torres, Juan Mariné y los #BlogosDeOro 2025 5ah2o

Juan Mariné Bruguera nació en la noche vieja de 1920. Se enamoró del cine cuando a los 4 años descubrió el rudimentario cinematógrafo y los primeros cortometrajes de Chaplin. Con 14, trabajando con su tío, mecánico de profesión, cayó por casualidad en medio del rodaje del octavo mandamiento de Arthur Pochette. Allí tomó o por primera vez con las cámaras y la técnica de ese séptimo arte a un incipiente.

Al estallar la guerra civil hizo algunas filmaciones para la CNT y el Bando Republicano, pero concluida la contienda tuvo que huir. Fue apresado e internado en campos ses. Después acabaría en el campo de concentración franquista de La Rinconada, en Sevilla.

Liberado gracias a unos hilos que movió su padre y tras realizar el servicio militar obligatorio, en los años 40 llegó a Madrid para trabajar como operador en Cifesa. De finales de esa década son sus primeros trabajos ya como director de fotografía, en películas como Cuatro mujeres, La sombra iluminada, Aquellas palabras o 90 minutos, de la mano de directores como Antonio del Amo, Pedro Lazaga, José María Forqué, Juan Piquer, Manuel Muroti, Fernando Fernández Gómez, Jesús Franco o Pedro Masó, con quien trabajó en 36 ocasiones.

No solo fue operador de cine, también hizo publicidad en los años 60, pero es especialmente destacable su labor en la investigación técnica de los equipos de rodaje, importando, cuando no creando, innovaciones que poco a poco seguirían implantando en el cine español. A finales de los años 80, retirado ya de los platos de rodaje, trabajó en la restauración de negativos para la Filmoteca Española y también en la ECAM, la Escuela de Cine de la Comunidad de Madrid.

Su legado nos deja, además de su impresionante filmografía con cerca de 140 largometrajes en cinco décadas, innovadoras técnicas de restauración, conservación y ampliación de formatos super 16 y 35 milímetros a alta definición, creando un formato propio, el formato Mariné.

Toda película que va a ser restaurada, regenerada o puesta al día, tiene una serie de necesidades y hay que procurar cumplir con ellas, corregir los defectos de luz, las posiciones de encuadre, los excesos de movimiento de las panorámicas, las vibraciones de la cámara a mano, todo eso hay que hacer un estudio de acuerdo con las necesidades de la película e intervenirla directamente para que quede lo más agradable posible.

Para acercarse a su obra recomiendo echar un vistazo a documentales como Juan Mariné, la aventura de hacer cine, o Juan Mariné, un siglo de cine, o a cortometrajes como Restaurando los sueños o El submariné, y a diversas charlas, entrevistas y coloquios como el que dio en el Instituto Cervantes en el año 2018, muchos de ellos disponibles en YouTube. Hace poco más de un año, el 10 de febrero de 2024, Juan Mariné recibía el Goya de Honor por sus 90 años de dedicación al cine. Esta semana, a la edad de 104, nos ha dejado. Descanse en paz.