Los cuidados tienen voz a2h1v

Yo sé que tienen las flores, llorona, las flores del campo santo.

Bienvenida a nuestro podcast, Los Cuidados Tienen Voz.

Para que nos conozcan un poco, somos estudiantes de Educación Social y hemos querido crear este espacio para visibilizar y concienciar sobre un tema tan importante como los cuidados.

Pero, ¿y qué son los cuidados? Pues bueno María Dermá, según Fischer y Tronto, los cuidados son todas aquellas acciones que hacemos para cuidar nuestro cuerpo, nuestras relaciones e incluso el entorno que nos rodea.

Este mismo piensa que los cuidados son una red real donde todo está interconectado, las personas, el ambiente y las cosas que necesitamos para vivir bien.

Mira, por ejemplo, no se trata solo de cuidar a una persona que está enferma requiriendo lo que es la medicación y demás, sino de poner el foco de atención en las tres dimensiones del cuidado.

¿Cuáles son estas? Pues son, o se entiende desde una perspectiva material, emocional y moral.

Pero yo te quiero hacer una pregunta.

¿Quién ejerce estos cuidados? Muy buena pregunta Isa.

He consultado estadísticas en diferentes fuentes oficiales como son el Instituto Nacional de Estadística, OSFAM y el Centro de Investigación Sociológica y he llegado a la conclusión que las mujeres dedican el doble de su tiempo al tema de los cuidados en comparación de los hombres.

Esto se debe a que vivimos en un sistema patriarcal en el que la mujer adopta el rol de cuidadora quedando relegada al ámbito doméstico.

Claro, y además esta reflexión nos lleva a profundizar en una realidad que afecta a muchas mujeres.

La generación sandwich.

Mujeres que se encuentran cuidando a tantas generaciones mayores y menores que ellas.

Una doble carga que a menudo es invisibilizada y no recibe el reconocimiento que merece.

En este podcast queremos dar voz a estas mujeres.

Explorar sus experiencias y entender cómo esta situación impacta en sus vidas.

Acompáñanos en esta conversación que busca dar voz a quien nos sostiene.

Hoy no es una entrevista cualquiera.

Hoy tenemos con nosotros a una invitada muy especial.

Os presento a Lola, mi madre.

Una mujer que nos va a contar su experiencia hablando de lo que hoy conocemos como mujer sandwich.

Bueno, Lola, cuéntanos un poco sobre ti.

Hola, muchas gracias por invitarme a este podcast.

Soy Lola, tengo 50 años.

Mi oficio ha sido peluquera, aunque también he trabajado en ayuda a domicilio.

Soy madre de dos hijas, divorciadas actualmente con otra pareja.

Y no sé, poco más.

¿Te importaría contarnos un poco sobre ti y tu situación familiar durante los años que te responsabilizaste en los cuidados de tus familiares? Pues el cuidado de mis familiares fue desde que era casi una niña.

Porque mi madre sufría la enfermedad de obesidad mórbida, entonces no podía hacer lo que cualquier persona puede hacer.

Yo me encargaba de hacer cosas que ella no podía hacer.

La ayudaba a bañarse, a comprar, no podía andar, se ahogaba, sufría de corazón.

Entonces mi recuerdo es que desde que yo era pequeña tuve que asimilar el hecho de cuidarla.

Vale, ¿y conforme ha ido creciendo has sentido que tenías esa responsabilidad de cuidado? La verdad es que no era consciente de que era una responsabilidad.

Lo hacía porque me tocaba, era la hija.

¿Y en ese momento en lo que tenías que cuidar de tu madre cuántas hijas tenía a cargo? Pues tenía dos, tenía a ti y a tu hermana, también tenía a tu padre que tenía una enfermedad de esquizofrenia, la cual tenía que estar siempre pendiente de él, y en cada momento de que se duchara, de que se arreglara, era como otro hijo más.

Tenía que ir guiándolo y diciéndole lo que tenía que hacer en cada momento.

Entonces mi trabajo, vosotras, los abuelitos, y así ha sido siempre, hasta que fallecieron.

Vale, ¿y me puedes explicar qué tipo de cuidados requerían tus padres en esta época? Pues la abuelita fue la que más cuidados requirió, porque, como te he dicho, fueron muchos años.

Y al principio era poco, luego ya cada vez más, ya hospitales, operaciones, os tenía que dejar vosotras, unas veces tenía con quién dejaros, otras veces no.

Y el abuelito también luego lo hospitalizaron.