LOS CUENTOS DE SIL - LAS DUNAS CANTORAS 633j5e

Hola me llamo brianna y hoy vengo a contarte una historia una historia sobre un encuentro muy especial mi cuarto encuentro con la vida no tengo que decirte que quizás fue solo un sueño o tal vez fue fruto de mi imaginación como siempre serás tú mismo el que lo juzgue la madrugada del veintiséis de noviembre el insomnio volvió a llamar a mi puerta como la visita inesperada y no deseada a la que le tienes que poner buena cara y aceptarla por cortesía salí a la terraza y el frío me heló la piel en segundos miré a un cielo rojo y encapotado que comenzó a llorar tímidamente pequeñas lágrimas de lluvia las mismas que despertaron en mí un deseo olvidado un deseo amarrado a la memoria de los que supieron sentir un deseo que sabe heredero de la vida misma lady su recuerdo me hizo inspirar tan profundamente que el aire me cortó la garganta me dejé caer en el suelo con la esperanza de volver a escuchar sus palabras pero en vez de aterrizar como esperaba en la superficie sólida y gélida del suelo es en mi casa louise en la fina arena del mayor desierto del mundo me di cuenta que había vuelto a viajar había viajado a un destino remoto donde el único pasaporte válido era el corazón mi querida adriana cuánto tiempo tu corazón te ha traído de nuevo hasta mí una voz que tardé en ubicar me dio la bienvenida una cobra egipcia se deslizaba serpenteando hacia mí ligera grande y hermosa enroscando la cola irguió su largo y delgado cuerpo y me miró hipnótica los ojos comencé a reír no sé muy bien si por la fascinación de tener frente a mí a este animal letal o por la felicidad que me produjo volver a reencontrarme con mi sabia maestra la vida miré a mi alrededor el sahara maravilloso se extendía infinito hasta donde mi vista no podía alcanzar por qué me has traído aquí pregunté estás aquí porque precisas aprender del silencio nunca había viajado a un desierto todos precisamos tener nuestro propio desierto un lugar para descansar del ruido del mundo liberarnos aunque sea por un breve momento de ese lastre invisible que nos va agotando poco a poco y que acarreamos de manera inconsciente el desierto es un lugar árido las criaturas que viven aquí son auténticas supervivientes es el emplazamiento perfecto para que arrojes todo aquello que te pesa no te sirve y lo entierres para que no aparezca jamás me quedé meditando sus palabras mientras mis ojos empezaron a vislumbrar la inmensidad del paisaje que se abría ante mí una enorme luna llena que parecía dormir sobre las dunas más altas nos iluminada como un candil gigante haciendo relucir la piel de la cobra brianna es en el silencio de este lugar donde a lo largo de los siglos he ido confeccionando la diversidad de la naturaleza y qué puedo hacer yo aquí observa las lunas aprende de ellas aprender de las tunas