Cuando el Problema no es el Otro: Cómo dejar de Proyectar Nuestras Heridas con Yolanda Soria 1m1m3c

¿Qué tal, familia?
Un saludo muy grande.
Uy, están en la caja de Pandora.
Pues hoy es día 3 de febrero de 2025.
Empezamos la semana, empezamos el mes y vamos a ver este mes de
la cuesta de febrero a ver a dónde nos llega con cuesta o
sin cuesta o si nos cuesta dinero.
Al final, no nos cuesta tanto dinero.
Pues nada, cuando el problema no es el otro,
cómo dejar de proyectar nuestras heridas.
Dice Yolanda que esto es un poco la ley del espejo, ¿vale?
Vamos a dejarlo ahí.
Pero como siempre os decimos, en la descripción del vídeo
tenéis los datos de o de Yolanda.
También en el chat, también aquí en pantalla para que,
para si queréis hacer las formaciones que están online
puestas.
Por si la queréis para todo el tema de network marketing,
de pedir productos como la pastilla para adelgazar,
el NuMe, el Immunocard, el Hailey.
Pues todo eso también para hacer terapia.
Ella hace terapia biósico-emocional.
Tiene que ver con la programación neurolingüística,
con la hipnosis, con la biodescodificación,
con todas esas técnicas que acaban cambiando tu cerebro de
todos esos programas neurológicos que te han llevado
a que tengas un caos constante, bien porque lo has heredado de
tus padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos,
bien porque tus padres te querían que fueras esto o aquello,
o bien porque has tenido bioshocks,
la novia te ha dejado, el jefe te ha echado y has pillado un
trauma.
Y a partir de ese trauma se crean unas cositas que hacen que tu
vida no evolucione.
Pues todo eso y más Yolanda nos repara.
Dicho esto, ¿qué tal, Yolanda?
También cuando hay temas repetitivos,
tanto en ti como en la familia.
Por ejemplo, problemas de dinero que se heredan,
problemas familiares que se heredan.
Eso también es interesante.
Bien, sea que tú lo repites o que se repite.
Pues, muy bien, aquí estamos.
Aquí estoy otro ratito con vosotros.
Aquí está Luis, por lo menos de momento.
Veremos a ver si nos abandona.
Me queda un minuto.
Sabía yo que me abandona aquí sola ante el peligro y se
escapa.
Eso está muy mal.
Después de 15 años ya eres todoterreno.
Ya soy todoterreno.
Ya no te hago falta para nada.
4x4.
Solo para el marketing.
Paso al marketing ya tú misma.
Paso al marketing, me deja aquí sola con vosotros.
Me ha gustado que nos quedamos, por cierto.
Y él se va a otros medestes.
Me está preparando el merchandising aquí para que lo
deje todo a mano.
Hoy vamos a hablar de esas heridas que proyectamos en los
demás.
Cuando vemos que, además, es un tema que lo han preguntado mucho
y se sigue preguntando.
Y sigue saliendo, además, en las sesiones, en terapia, ¿no?
¿Y cómo yo sé cuando estos me dicen la ley del espejo?
La ley del espejo me la han preguntado infinidad de veces.
¿Cómo esto?
¿Cómo yo sé?
¿Cómo hago?
¿Cómo, cuándo distingo, no, una cosa de otra?
Desde mi punto de vista, el tema de la ley del espejo,
al ponerle espejo, por un lado está acertado y por otro lado
nos puede llevar a confusión.
Entonces, al final, yo prefiero hablar de las proyecciones,
de las heridas que proyectamos en los demás.
Y, además, vamos a poner ejemplos así como para ilustrar
alguno ahí mío.
Me voy ya para que no me hagan ejemplos.
Tú te quedas aquí y ahí el primero va contigo.
Sí, que te ha tocado.
Y vamos a la otra parte.
Yo tengo una habitación llena de espejos para reflejarme
aquí mismo.
Qué guapo soy, qué tipo de héroes.
Sí, sí, le encanta, le encanta.
No, es para entrenarse.
Tú te pones delante del espejo y te entrenas.
Así, sabes, luego tienes que dar la conferencia y ya las
perfectas.
No hay problema.
Bueno, familia, es broma, hombre.
Estoy aquí vacilando.
No me miro nunca al espejo ni queriendo.
Ni siquiera he visto un vídeo después de haberlo hecho.
Fíjate.
Es que me da igual cómo haya quedado mucho.
Es que así te regulas.
Dicen, mira, es que me da igual.
Si lo he hecho mal, lo he hecho mal.
Y si lo he hecho bien, lo he hecho bien.
Todas soy como soy.
¿Qué vamos a hacerle?
Yo he presumido que tú eres y dices que no te miras al
espejo.
Mucho, la verdad, nada más que cuando me lavo la cara y me
limpio las gafas, poco más.
O sea, no, paso totalmente de los espejos.
Además, por ahí entran, son portales dimensionales y por
ahí entran bichos crisis de esos.
Entonces, paso.
Normalmente la Yolanda los tiene sellados.
Yo, si fuera por mí, los tenía tapados.
No dejaba que entrara nada por ahí.
Los tiraba todos los espejos para que no entren bichos de esos.
Vamos a poner todos los espejos, les vamos a poner una puerta.
No, no.
Si no tuviéramos espejos, pues, estuvieran tapados,
tapados como con una puerta, para que no puedan entrar ni
salir esos bichejos.
Porque la mayoría de los problemas que tenemos,
tanto de abducciones como de problemas con seres
dimensionales, entran por ahí.
Incluso con nuestra autoestima.
Si no nos viésemos en el espejo, realmente no sabríamos cómo
somos y no nos podríamos comparar con los demás.
Bueno, mira como cuando un animal.