
Cómo responder a la agresividad verbal - Teresa Baró 3n275e
Descripción de Cómo responder a la agresividad verbal - Teresa Baró 576c69
Teresa Baró, especialista en comunicación personal, formadora, escritora y conferenciante. Emitido e 6 de febrero 2025. Link a video original: https://www.youtube.com/watch?v=6-u6ejosRV0 Enlaces Teresa Baró: https://www.youtube.com/@teresabarocom https://www.teresabaro.com/es/ https://www.linkedin.com/in/teresa-baro-comunicacion-no-verbal/ https://www.instagram.com/teresabarocom/ https://www.tiktok.com/@teresabarocom https://www.facebook.com/tbarocatafau/?fref=ts https://x.com/tbarocatafau 4n153i
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
La agresividad verbal es una forma de comunicación que busca imponer, intimidar o descalificar
a los demás mediante el uso de palabras ofensivas, también con el tono elevado, insultos, sarcasmo,
hiriente o amenazas.
No busca resolver un problema, sino someter o desahogar una emoción negativa.
¿En qué situaciones ocurre?
Pues, desgraciadamente, en todas partes.
En el ámbito laboral, por ejemplo, un jefe que grita a su equipo cuando los resultados
no son los esperados.
No sé para qué te pago si todo esto lo haces mal, o sois unos incompetentes.
O en el hogar, también se utiliza para corregir a los hijos.
Es que eres un inútil, eres igual que tu padre o que tu madre.
O en la calle, conflictos en el tráfico o discusiones entre desconocidos, por ejemplo,
aprende a conducir, idiota.
También en el deporte, en el deporte donde deberíamos ser ejemplares, insultos a los
competidores, insultos al árbitro, por ejemplo.
Y en las redes sociales, comentarios despectivos con el fin de desacreditar.
Por ejemplo, vaya payaso, no tienes ni idea de lo que dices.
¿Y por qué se produce todo esto?
Pues a veces por frustración, estrés, personas que no saben gestionar sus emociones.
A veces por sentimiento de superioridad, quieren imponer su visión de forma autoritaria.
Otras veces por falta de habilidades sociales, porque no saben ni debatir ni negociar.
También por búsqueda de control, quieren controlar la conversación o la situación.
Y muchas veces porque crecieron en un entorno donde no aprendieron buenos modelos de comunicación.
Si hablamos de los perfiles más típicos, podemos pensar en el perfil autoritario, que
quiere imponer su punto de vista sin ninguna discusión.
Pero también está la persona insegura, que usa la agresión para defenderse, porque teme
ser desacreditado.
O la persona más explosiva, que reacciona con gritos o insultos ante la menor provocación.
Está el sarcástico, que usa la ironía y el desprecio como forma de ataque.
O el pasivo agresivo, que vimos en un vídeo anterior, que no ataca directamente, pero
sí indirectamente, con comentarios irónicos, con alguna broma, pero que en realidad es
un ataque en toda regla.
Te diré ahora cómo la identificamos esta agresividad, aunque me imagino que ya la detectas
a la legua.
De todos modos, es importante describirla por si alguien tiene dudas, porque hay personas
que lo viven como algo normal, porque no han tenido otro modelo.
¿En qué tienes que fijarte?
En el uso de insultos y descalificaciones, por ejemplo,
Eres un incompetente o siempre lo haces todo mal, no vas a aprender nunca.
O el tono elevado, con gritos, interrupciones constantes, no te dejan hablar, te cortan la
conversación siempre.
También está el sarcasmo, por ejemplo, vaya genio, seguro que te ascienden.
O afirmaciones categóricas, para cortar, por ejemplo, esto es así y punto.
También están los pesados, esta repetición insistente, que intentan imponer su idea repitiéndola
sin escuchar al otro.
Y luego está la parte no verbal, la expresión de la cara, esta mirada desafiante, amenazante,
el ceño fruncido, la mandíbula tensa, los labios apretados, estos gestos bruscos, golpear
en la mesa, señalar con el dedo de forma intimidante, porque tú, tú, tú, o la postura
invasiva porque se acercan demasiado y te invaden tu espacio personal.
Y los movimientos rápidos y tensos, por ejemplo, dando portazos, levantándose rápidamente
del lugar.
¿Cómo podemos reaccionar a estas situaciones cuando nos sentimos atacados, humillados o
sorprendidos?
Primero, no responder con la misma agresividad.
Si alguien te grita, no contestes gritando, porque esto refuerza el conflicto.
La alternativa es mantener la calma y bajar el tono de voz.
Segundo, usar la técnica del espejo, que consiste en describir lo que ocurre sin juzgar.
Por ejemplo, veo que estás muy molesto, ¿qué te preocupa exactamente?
Vamos a hablarlo.
Tercero, establecer límites claros.
No voy a aceptar que me hables así.
Si seguimos la conversación con respeto podemos solucionar esto, pero si no, acabamos.
Usar la técnica de la pregunta.
Si la persona está gritando, puedes preguntarle con calma, ¿por qué me hablas de esta forma?
¿Qué quieres lograr con eso?
Quinto, alejarse si es necesario.
En situaciones extremas la mejor opción puede ser retirarse y más, porque quizás hay peligro
también de una agresión física.
Y le puedes decir, cuando te calmes, seguimos hablando y yo tengo otras cosas que hacer.
Sexto, no tomártelo como algo personal, porque muchas veces la persona agresiva no está
reaccionando contra ti, sino...
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