¿Cómo piensa Europa pagar su propia defensa? 5y6yh

Estados Unidos deja en la estacada defensiva a Europa y ahora las élites políticas europeas se plantean disparar el gasto público en defensa hasta el 5% del PIB.

Pero ¿Cómo podríamos financiar un incremento tan importante del gasto público como este? ¿Qué impuestos sería necesario aumentar y en cuánto habría que hacerlo para sufragar un desembolso público de esta magnitud? Veámoslo.

Durante muchas décadas Europa ha vivido bajo el paraguas defensivo de los Estados Unidos.

Estados Unidos destinaba un porcentaje elevado de su presupuesto a la defensa, mientras que los estados europeos no hacían lo propio.

Y no hacían lo propio porque a través de la OTAN existía un compromiso de defensa mutua, de tal manera que si algún estado externo a la OTAN atacaba a un país europeo, Estados Unidos tenía la obligación de defender, con su presupuesto de defensa, a ese país europeo atacado.

O expresado de otra manera, durante muchas décadas Estados Unidos ha subsidiado la defensa de las sociedades europeas, permitiendo, en consecuencia, que los estados europeos destinen más recursos públicos a otras partidas de gasto social o, en el mejor de los casos, a no subir tanto los impuestos como sería necesario para gastar en defensa lo mismo que gasta Estados Unidos.

Pero claro, esta extrema dependencia de los estados europeos del gasto de defensa estadounidense tiene o tenía un problema fundamental.

Y es que priva a los estados europeos de autonomía estratégica en el ámbito geopolítico.

En el ámbito internacional se hace lo que mandata a Estados Unidos, que es quien tiene el ejército y la capacidad militar de imponer su voluntad.

Los estados europeos se convierten en estados vasallos de Estados Unidos sin capacidad alguna de promover una agenda geopolítica independiente a la de los Estados Unidos en el ámbito internacional.

Y durante muchos años a los estados europeos les ha compensado esa relación de vasallaje.

Tú te haces cargo del gasto en defensa y yo renuncio a la autonomía geopolítica.

Pero eso conlleva riesgos existenciales importantes.

Si existe un enemigo externo de Europa, cuyo expansionismo, cuyo imperialismo se quiere frenar, y Estados Unidos no da su visto bueno, Europa no puede hacer nada al respecto.

Y esta incapacidad geopolítica europea, derivada de su nulo gasto en defensa, es lo que estamos presenciando ahora mismo en el caso de las negociaciones de paz respecto a las negociaciones de paz sobre la guerra en Ucrania.

Los dos agentes que están negociando las condiciones de la paz son, por un lado, Estados Unidos, y por el otro, Rusia. Y se habla de la posibilidad de incorporar a un tercer actor, que sería China.

Y ya no se trata sólo de que se esté excluyendo a Ucrania, la sociedad militarmente invadida por Rusia, de estas negociaciones.

Es que ni siquiera se considera la posibilidad de incorporar a Europa como uno de los actores que tengan voz y voto en estas negociaciones.

Y no se considera, porque Europa no tiene ningún tipo de autonomía militar.

Europa no cuenta geopolíticamente, porque es un vasallo de los Estados Unidos, dado que durante décadas se han negado a contar con su propia fuerza defensiva.

Y ahora, a raíz de lo que muchos dirigentes europeos interpretan como una traición de Trump contra los países europeos, básicamente que esté negociando las condiciones de paz o de rendición de Ucrania frente a Rusia, sin contar con el parecer, las opiniones, los criterios de sus socios europeos, ahora, ante lo que muchos dirigentes europeos interpretan como una traición, parece que nuestras élites políticas sí pretenden rectificar la que ha sido su nula política de defensa durante las últimas décadas.

Si la relación de vasallaje con los Estados Unidos empieza a salir cara en términos geopolíticos, entonces, desde la óptica de las élites políticas europeas, habrá llegado el momento de gastar en defensa para tener voz y voto en el tablero geopolítico internacional.

Y por eso, cada vez estamos escuchando con más intensidad...