Cómo multiplicar tu valor con una simple estrategia 3eu5k

Muy buenas, hoy tengo una enorme anécdota en este podcast que además le vas a poder sacar un montón de valor. Tienes que quedarte hasta el final, te lo voy a contar bastante rápido, pero es muy poderosa esta historia. Bueno, va sobre Julio César y es sobre el precio y el valor. ¿Es caro? ¿Es barato? En fin, estas cosas que se preguntan muchas veces la gente, ¿no? Bueno, el caso es que estamos en años setenta y tantos antes de Cristo. ¿Te sitúas más o menos? No había internet, ni inteligencia artificial, no había. O sea, fíjate tú en la gente.

En fin, perdidísimos. El caso es que Julio César por aquel entonces tenía 25 años y todavía no ostentaba ningún cargo político en Roma, ¿vale? Era simplemente pues un pavo de 25 años que estaba, no sé, pues iba a decir de Erasmus, no sé, haciendo interraírlo o alguna cosa por ahí, dando un paseo. Tampoco iba descalzo por el mundo porque viene de una familia noble. Pero bueno, se encuentra de viaje en barco rumbo a la isla de Rodas. Entonces, bueno, ahí se encuentra uno de los mejores maestros de oratoria y Julio César quiere aprender de él.

Entonces, pues se va de viaje para allá. Bien, te había dicho yo hace un momento que estaba por ahí haciendo... No, no, tenía un significado lo que iba a hacer. El problema es que por aquel entonces, en aquellas aguas, pues había muchísimos piratas. Estaba infectado de piratas que tenían sus costumbres y, bueno, pues no sé si habrá que respetarlas. El caso es que son sus costumbres asaltar barcos y pedir rescates a Roma por sus pasajeros ilustres. Entonces, Julio César, pues sacaba manos de piratas, lo cual supongo que te habrías imaginado según te estaba contando este, y informan a César que van a pedir un rescate de 20 talentos de plata a Roma a cambio de no cortarle el cuello.

Para que te hagas una idea más o menos de lo que suponía, era más o menos unos 680 kilos de plata. O sea, una cantidad enorme, pero que era el estándar de lo que los piratas solían pedir porque ya te digo que eran sus costumbres y hay que respetarlas. El caso es que César entendió que era poco probable que su familia y Roma estuviesen dispuestos o tuviesen la capacidad de pagar esa cantidad. Así que imagínate la situación. Estás con un pirata, bueno, con varios, y te dicen si no pagan esto te vamos a cortar el cuello y él sabe que su familia pues le quieren, pero no tanto, no tanto como 20 talentos. Así que lo que hizo el tío, muy listo el cabrón, muy listo, quédate con esto. Ahora vamos a seguir avanzando.

En serio, quédate con esto, presta atención, no me hagas caso a mí, haz caso a Julio César, en serio, céntrate. Lo que hizo fue reírse de los piratas y les dijo de verdad pensáis pedir esa cantidad ridícula por alguien como yo. Fíjate qué cojones tuvo el tío. Le piden 20, sabe que ni de coña van a pagar 20 por ahí, y dice de verdad pensáis pedir esa cantidad ridícula por alguien como yo, me ofendéis haciendo algo así. Ya te digo, con dos huevos el tío. Muy bien. El caso es que los piratas hicieron caso a Julio César y dijeron bueno pues en vez de pedir 20 talentos vamos a pedir 50. En fin, el caso es que la noticia de este rescate súper asombroso y especial llega a Roma y la ciudad entera se pregunta que quién es ese extraordinario joven por el que los piratas pidieron una cantidad de dinero que era más propia de un general o de una persona muy notoria públicamente.

Para que te des cuenta, para que te hagas una idea de esto, es que a mí me flipa esta historia porque se aprende tanto sobre estrategia de negocios y sobre vida, porque vivir y vender es lo mismo, te lo llevo diciendo años, no haces caso, pues el caso es que si 20 talentos en una cantidad exagerada, para César, que su familia tiene pasta y tal, pues bueno pues 50 no eran nada por alguien que parecía tener un valor tan alto. Fíjate cómo cambian las tornas. Pasamos de 20 talentos, que es una cantidad exagerada, a 50. O sea, pues es poco. Es poco. O sea, este tío es 50. Si piden los piratas 50 por él, tiene que ser la bomba.