Coloquio sobre el carnaval en el Centro de Mayores Eduardo Minguito, grupo 1 5d3633

Buenos días, es un gran placer estar aquí con ustedes. Hoy les hablamos desde un nuevo espacio.

Nos encontramos en el centro de Mayores Eduardo Minguitos, donde vamos a abrir un espacio de tertulia, de charla, de coloquio, para tratar la festividad del carnaval, abriendo un canal de diálogo y reflexión sobre una de las festividades más fascinantes del mundo, marcada por la alegría, la música, los disfraces y la sátira. Para dar inicio al coloquio tenemos con nosotros a nuestros compis Roberto, Ainhoa, Joana, Ana, Lucía y en la técnica Gaby.

Y como invitados especiales del centro de Mayores nos acompañan Agustina, Isabel, Pedro, Feli y Mari Carmen. Y aunque ustedes no lo puedan ver, ya estamos nosotros en modo carnavaleros con nuestros disfraces. Aquí estamos ya aquí con todo puesto para empezar bien este fin de semana y exploraremos un poco el significado del carnaval en sus diferentes expresiones y su evolución a lo largo del tiempo.

A ver, cuéntenme un poquito. ¿Alguien por aquí sabe el origen del carnaval? ¿Que me pueda decir algo? Pues yo, por ejemplo, el carnaval siempre ha empezado una semana antes del miércoles de ceniza.

Correcto. Sí, sí, sí. Es movible según, tengo entendido, por las lunas. También, también. Y hasta ahí llego, de momento.

Días antes de Semana Santa, ¿no? Está el carnaval, más o menos. Sí, sí. Como que está relacionada también con Semana Santa, parece, ¿no? Sí, sí. Muy interesante ese tema. Pues bueno, es una celebración de origen pagana que posteriormente se adaptó al cristianismo. Se celebra, como ya lo dijo el señor Pedro, unas semanas antes de la Semana Santa.

Cuéntenme un poco, ¿cómo celebran ustedes el carnaval? ¿O cómo lo celebraban cuando eran pequeños? A ver. Bueno, pues igual que ahora. Nos vestíamos todos también. Vamos, yo por lo menos en mi pueblo, cuando era más pequeña y cuando era más ya joven. Pues nos vestíamos y la verdad que íbamos por todas las calles, pues cantando, riendo y todo eso. Y toda la gente salía a las puertas para vernos pasar.

Y entonces, y con música. Y la verdad que era muy bonito y a mí me gusta mucho.

Qué guay, qué guay. ¿Alguien más que nos cuente? Pues no sé. En tiempos yo creo que se prohibió, ¿no? Porque decían que la gente se tapaba la cara. Ah, sí. Dejaron que no se hiciera eso. Y siguió, pero muy divertido.

Y había, creo que hubo muertes o cosas por la gente que tenía venganzas. Pues se quitó en un tiempo el carnaval.

¿No os acordáis de...? Sí, sí, es verdad. Pero muy divertido. Yo también recuerdo que cuando era niña nos disfrazábamos y lo pasábamos, no veas. Pues muy bien. Y ahora pues me sigo gustando. Yo siempre me disfrazo todos los años y hacemos lo que podemos. Sí, eso era lo que les iba a preguntar justamente. ¿Les gusta hoy en día el carnaval? ¿Lo celebran? ¿Lo siguen celebrando? A mí sí, a mí me gusta. ¿Sí? Lo seguimos celebrando, ya estamos todas vestidas.

Bueno, tenemos el traje. Claro, muy bien. Yo ya tengo la minifalta preparada. Me encanta, me encanta.

Es lo que más me gusta. Claro, claro. Yo creo que eso, que lo más importante del carnaval es como las celebraciones y bueno, el compartir que hacemos ya sea con nuestros vecinos, familia. Creo que nos quedamos un poquito con eso.

A ver, cuéntenme por aquí, ¿cuál ha sido su disfraz más top, más rememorable que ustedes recuerden para los que se disfrazan y lo celebran todos los años? Isabel, por lo menos, ¿cuál ha sido tu disfraz? Yo recuerdo una vez que nos disfrazamos de gallinas. ¿De gallinas? Madre mía.

Y viene mi hija y dice, ¡ay mamá, he visto un montón de gallinas! Dice, ¡si vieras qué bonitas todas disfrazadas! Digo, hija, si es que entre ellas iba yo. ¿Tú no te acuerdas cuando estaba en…? Sí, la asociación de vecinos.

Fue por la asociación de vecinos entonces. Hacían unos disfraces geniales, de verdad.

Mira qué guay. Muy divertido. Nos hacíamos los trajes, nos juntábamos a coserlos. Era muy divertido.

Yo en una ocasión fui de Charlie Chaplin. Con el sombrero, el bastón y además hice también un poquito el tonto así.

Y ya te metiste en personaje. Sí, exactamente. Me encanta, me encanta. ¿Uno más? Yo cuando me disfrazo no me hacen falta costuras. Yo me abro el armario y lo más corto que tenga la señora me pongo.

Aquí ya cada quien como le guste más.

A mí mi abuela me hizo una vez un disfraz de racimo de uvas. Sí, era muy pequeña.