Trending Misterio
iVoox
Descargar app Subir
iVoox Podcast & radio
Descargar app gratis
El sombrerero loco
Claudio Rodríguez - Poemas

Claudio Rodríguez - Poemas 4r1s1

6/6/2024 · 19:07
1
136
1
136
El sombrerero loco

Descripción de Claudio Rodríguez - Poemas 3uh5a

Claudio Rodríguez García (Zamora, 30 de enero de 1934-Madrid, 22 de julio de 1999) Enmarcado en la Generación del 50, Claudio Rodríguez apenas escribió cinco poemarios, sin embargo recibió a lo largo de su vida los más importantes galardones de poesía en España, y su primer libro ‘Don de la ebriedad’ está considerado uno de los más brillantes de la lírica española en la segunda mitad del siglo XX Su voz poética, sosegada y cercana, de aparente sencillez, ahonda con extraordinaria delicadeza en lo cotidiano, sorprendiéndonos, dejándonos entrever todo lo que, sin estar escrito, nos dicen sus poemas. Hemos hecho una selección de diez de ellos. Vamos a escucharlos. CRÉDITOS: (Poema / voz / música) 1. Noche abierta / Manuel Alcaine / AIVA-IA-mar/ 2. Primeros fríos / Mingo España / AIVA-IA-mar/ 3. Mientras tu duermes / Elena Parra / AIVA-IA-mar/ 4. Perro de poeta / José Luis Hernández / AIVA-IA-mar/ 5. Cielo / Lola Orti / AIVA-IA-mar/ 6. Cuándo hablaré de ti sin voz de hombre / Elena Parra / AIVA-IA-mar/ 7. Don de la ebriedad II / Mingo España / AIVA-IA-mar/ 8. A mi ropa tendida / José Luis Hernández / AIVA-IA-mar/ 9. Como si nunca hubiera sido mía / Lola Orti / AIVA-IA-mar/ 10. Ajeno / José Luis Hernández / AIVA-IA-mar/ 3v5t

Lee el podcast de Claudio Rodríguez - Poemas

Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.

Dos noche abierta bienvenida a la noche para quién va seguro y con los ojos claros mirar sereno el campo y con la vida limpia mira con paz el cielo su ciudad y su casa su familia y su obra pero a quién anda a tientas y de sombra ve el duro ceño del cielo y vive la condena de su tierra y la malevolencia de sus seres queridos enemiga es la noche y su piedad acoso y aún más en este páramo de la alta rioja donde se abre con tanta claridad que deslumbra palpita tan cerca que sobrecoge y muy en el alma se entra y la remueve a fondo porque la noche siempre como el fuego revela refina pule el tiempo la oración y el sollozo la tersura al pecado limpidez al recuerdo castigando y salvando toda una vida entera bienvenida la noche con su peligro hermoso primeros fríos quién nos calentará la vida ahora si se nos quedó corto al abrigo de invierno quién nos dará para comprar castañas allí sale humo corazón no a todos se les mojó la leña y hay que arrimar el alma hay que ir allí con pie casero y llano porque hoy bailar ya hay ela amaneció sereno y claro el día todas a mí mis plazas mis campanas mis golondrinas toda mi infancia antes de que esté lejos ya es la hora jamás desde hoy podría estar a cubierto de el aliento hermoso alzad las faldas y escarba del cisco la vida en la camilla en paz en esta camilla madre de la tierra pero a qué esperamos pronto como en el juego aquel soplo avivó corre la brasa corre de mano en mano el fiel carro del hombre el que se queme perderá yo pierdo así ha pasado el tiempo y el invierno se me ha ido echando encima hoy sólo espero ya estar en la casa de la que sale el humo lejos de la ciudad allí adelante y ahora que cae el día y en sus zaguán obscuro se abre paso el blanco pordiosero de la niebla adiós adiós yo siempre busqué vuestro calor raza nocturna sombrío pueblo de perenne invierno dónde está el corazón donde la lumbre que yo esperaba cruzaré estas calles y adiós adiós pero si yo la he visto sí he sentido en mi vida vuestra llama si he visto arder en el hogar la piña de oro sólo era vuestro frío y quiero quiero irme allí pero ahora ya para qué cuando iba a calentarme ha amanecido mientras tú duermes cuando tú duermes pones los pies muy juntos alta la cara y ladeada y cruza si alzas las rodillas no astutas todavía la mano silenciosa en la mejilla izquierda y la mano derecha en el hombro que es puerta y oración no maldita qué cuerpo tan querido junto al dolor lascivo de su sueño con su inocencia y su libertad como recién llovida ahora que estás durmiendo y la mañana de la almohada y el oleaje de las sábanas me dan camino a la contemplación no al sueño pon pon tus dedos en los labios y el pulgar

Comentarios de Claudio Rodríguez - Poemas 176a61

Este programa no acepta comentarios anónimos. ¡Regístrate para comentar!
Te recomendamos
Ir a Arte y literatura