
CINEMOTÓGRAFO 128. Arch y otras motos de Keanu Reeves 335566
Descripción de CINEMOTÓGRAFO 128. Arch y otras motos de Keanu Reeves 364c57
¿Cómo un actor al que le gustan tanto las motos puede haber hecho tan pocas películas conduciendo un vehículo de dos ruedas?, nos preguntamos. Y nos lo preguntamos porque Keanu Reeves no es un motero común y corriente, sino un tipo capaz de crearse su propia marca de motos para fabricar prototipos especiales diseñados a medida de sus s. Pero como este también es un podcast de cine no solo hablamos de su empresa, Arch Motorcycle, sino de su paso por el cine y, en especial, sus papeles en Mi Idaho privado (1991), Reacción en cadena (1996) y en las franquicias de Matrix y John Wick. z612j
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Me encanta conducir motocicleta, me encanta la libertad que tiene, me encanta cómo se ven, cómo se oyen, cómo se sienten.
La verdad es que cada vez me parece más atractivo.
Bueno, te me estás poniendo estrecha.
Mi aportación, la parte negativa es que sus películas tampoco tienen tantas motos como deberían.
Eso digo yo, que no se le sube mucho el pago.
Pues dicho esto, va siendo hora de que mencionemos que estamos hablando no de mí, insisto, sino de Kino Rips, un tipo al que hemos decidido dedicar un podcast a pesar de que tampoco tiene tanto cine motero.
Porque durante años firmó contratos como actor en los que se le prohibía usar la moto para que no se hiciese daño.
Pupita, claro.
Y aún así yo creo que se merece este podcast.
Y vamos a ver enseguida por qué.
Lo de que tiene su propia marca de motos ya da una pista.
Da una pista, sí.
Bueno, vamos allá. Como siempre, esto es Cinemotógrafos.
Somos Andrés Martínez y Antonio Sanjuan.
Y hoy vamos a dedicar el episodio a un actor muy motero.
Kino Rips.
Bueno, pues yo diría que antes de hablar de su afición por las motos podemos empezar por repasar su filmografía.
Porque muy probablemente mucha gente no se va a acordar a estas alturas ya, de que una de las apariciones que lo lanzó al Estrellato fue precisamente...
Matrix.
No, iba a decir Miau y Dajo Privado.
Ya no lo digo bien. Miau y Dajo Privado.
Esa no la conoce nadie.
No es verdad, hombre.
Lo que pasa es que es lo suficientemente generacional como para que calase más entre los que nacimos en los 70.
Claro, ya estamos con distorsión selectiva.
Vale, pero ojo que la menciono de primera porque ahí conduce moto.
Aunque en realidad ya había hecho un montón de cosas antes.
Amistades peligrosas, por ejemplo.
Por ejemplo.
Aunque ahí yo creo que es difícil acordarse de otra persona que no sea Glenn Close, Michelle Pfeiffer.
No, sobre todo.
No, sobre todo, perdone.
No, no, no, John Markovich.
No, hombre, sobre todo Michelle Pfeiffer.
Bueno, es igual, déjalo.
Bueno, en cualquier caso.
Antes de esos años Kino ya había hecho mucha televisión, había hecho comedias juveniles, episodios para series de Disney, anuncios, vídeos para la MTV.
Vamos, que era un chico Disney, un chico guapito, un adolescente guapito que lo que hacía sobre todo al principio eran comedias.
Sí.
En cambio ahora yo creo que es más difícil verle interpretar un papel de humor y en ese aspecto, desde mi punto de vista, hemos salido ganando.
Como adolescente en Nerf podía tener un poquito de gracia, pero yo creo que se le dan mejor los papeles un poco más formales, ¿no? Sí, se le ha puesto cara a Jesucristo, pero bueno, tampoco es que fuese tan malo con las comedias.
Está claro que en los papeles más serios los directores debieron verle algo, eso es verdad.
Porque, por ejemplo, trabajó con Coppola en Drácula, con nada más y nada menos que con Kathleen Bigelow en Lella Mambody, ¿no? La de los urcistas.
Con Kenneth Branagh en Mucho ruido y pocas nueces.
Y hizo con Bertolucci, el pequeño Buda, o sea, grandes directores, ¿no? Es verdad que empezó a trabajar en buenas películas relativamente pronto, pero en paralelo también iba haciendo cosillas románticas y películas de acción que más bien eran alimenticios.
Oye, es verdad, se me había olvidado de que había hecho una con Alfonso Arau y con Aitana Sánchez Gijón, ¿no? La de Un paseo entre las nubes.
Un paseo entre las nubes, sí.
Con Anthony.
Había otra también de La casa del lago.
Yo me las confundo todas esas, son todas iguales.
Pues la de Un paseo entre las nubes también salía Anthony Quinn y estaba Lubezki, como diré de foto.
Y también tiene alguna cosilla con, de estas azucaraditas, con Sandra Bullock y Charlize.
Creo que sí.
Y con Charlize Theron también tiene una.
Todos feos, todos feos.
Todo romántico.
Bueno, tú te empeñas en que lo que nos interesa ahora de todo esto, después de haber trabajado con Bertolucci, con Coppola, lo que nos interesa es la que hizo con Gus Van Sant.
Sí, mi Idaho privado del 91.
Gus Van Sant.
Porque es la que yo creo que le metió en ese podio de actores de prestigio.
Y la primera y una de las pocas en las que conduce una moto.
Bueno, tampoco es que sea una película motera, ¿no? O de moteros.
No.
Por lo que destaque es por formar parte de ese cine de autor que tuvo éxito entre la crítica, pero de la que el público general se ha olvidado.
Es que también hay que reconocer que es una película un poco particular.
Es una historia de dos adolescentes que se dedican a la prostitución masculina.
Uno de ellos porque es narcoléptico y vive en la calle de manera marginal, porque no tiene familia.
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