El cine erótico: historias y curiosidades - Luces en el Horizonte 2w5a6p

LUCES EN EL HORIZONTE con Luis Martínez Vallés Bueno, vamos a tomar el cine erótico hoy de la mano.

¿De la mano? Eso.

Y bueno, pues os traigo un montón de curiosidades, de anécdotas, de datos llamativos.

La verdad que a mí siempre me ha gustado este tipo de datos porque me parece que le dan curiosidad y a la verdad el cine erótico, pues yo creo que nos llama un poquito la atención a todos.

No solo ya porque nos ponga el ruchómetro a mil, que sí puede ser, sino que siempre ha sido llamativo, ¿verdad?, por esa parte de prohibido que tenía, de morbosillo.

Sí.

Bueno, el cine erótico se consolidó...

Ya lo... ¿Qué es esto? Se consolida como género cinematográfico más o menos a los final de los 60, donde llegaron películas curiosas, precisamente como Yo soy curiosa de 1967, La zorra de 1968, que tenía ya una trama lésbica, Cowboy de medianoche, la mítica Cowboy de medianoche, Mujeres enamoradas de Ken Russell, Naranja mecánica, fue una de las primeras donde el sexo y la violencia se mezclaban.

Además, el último tango en París de 1972, que aquello ya fue un boom brutal, digamos que en España todavía no se podían hacer muchas cosas.

Delicias turcas, una de las primeras películas de Paul Verhoeven, y además una escena de masturbación que fue también de las primeras de la historia.

Y también un lenguaje que no era típico, porque de ahí bastante guarrería en el lenguaje.

Y bueno, pues esto es llamativo porque estamos ante los pioneros, hoy en día parece que está todo más hecho, más rodado.

Y los primeros fueron los que abrieron camino.

La gran comilona de Marco Ferreri fue un escándalo cuando se presentó en Cannes, porque además hacía una mezcla realmente curiosa, sexo y comida, y aquello pues levantó polémica.

¡Pero bueno! Sexo loco, los rompepelotas, que fue un exitazo.

Y bueno, también muchas de estas, si las ves hoy en día, te tiras de los pelos, porque dices, madre mía, sobre todo el tema misógino es brutal, es brutalísimo.

La mujer es utilizada como objeto en la gran mayoría, se puede decir de ellas, y esto es así.

La época 70, 72, 73, todos estos años, por desgracia, nos faltaba mucho por madurar.

Pero bueno, hemos ido madurando.

Pero ahí están las obras y no hay que quemarlas, hay que mirarlas, explicarlas y verlas, y curiosearlas.

Por supuesto, qué exitazo fue Emmanuel.

Emmanuel de Yushaykin, de 1974, porque fue un exitazo brutal y tuvo en todo el mundo, ojito cuidado, 120 millones de espectadores.

¡Ojo! Tremendo.

Sweet Moby fue también una que fue muy llamativa y un éxito relativo.

Portero de Noche, otra de Liliana Cavani, muy conocida en cuanto a los títulos eróticos más llamativos.

Salón Kitty, Tinto Brass, para mí maneja el erotismo de una forma brutal.

Historia de otra que fue un éxito brutal, con cuántos autobuses, de España a Francia a verla en 1975, que ya la gente quería saber cosas de estas.

Y en España había muchas ganas.

Y ya veremos cómo en España llegó a explotar la cosa hasta tal punto que se fue de la mano.

Bueno, La Bestia de Valerian Borokvik, de 1975, donde había una mítica escena que salía hasta en la carátula, en la que una mujer se pasaba una flor, una rosa, por sus partes y se masturbaba.

Y era una escena que siempre ha sido llamativa, controvertida y recordada.

Por supuesto, La japonesa, el imperio de los sentidos.

¡Qué final tiene de encogimiento de piernas! Es una película realmente curiosa.

Yo recuerdo haberla visto hace años.

He visto muchas de estas, no todas.

La mayoría de ellas, lo reconozco, me parecen aburridas.

Sí, no me llaman mucho la atención.