Christine de Pizán / El México de las desapariciones 2l1l2m

Cautivo y desarmado el ejército rojo han alcanzado las tropas nacionales.

Diputados, hay un teniente coronel que con una pistola sube hacia la tribuna, en estos momentos apunta...

Estamos viviendo momentos muy graves para nuestra vida democrática y en estas circunstancias quiero dirigirme directamente a todos ustedes.

Esto es Historias de la Historia. Dirige y presenta Fernando Lumbreras.

Saludos amigos y bienvenidos una semana más a Historias de la Historia en la sintonía de VivaRadio.es. Ya sabéis que a veces nos gusta añadirle a este encuentro algún extra, algún bonus, que nos sirva un poco para poder probar qué derivas puede tomar este programa o simplemente porque estimamos que hay vivencias, episodios o biografías que tenéis que conocer.

Y en esta ocasión nos gustaría cerrar este último Historias de la Historia del mes de marzo no sólo con la habitual crónica sino también con un extra, un reportaje que hemos venido preparando en estas semanas y que tiene en México al epicentro de una historia terrible. El programa de hoy va a ser más largo de lo habitual y sé que eso es algo que muchos queríais, que incluso alguno nos había reclamado.

Así que movamos de momento los herrumbrosos resortes de nuestra máquina radiofónica del tiempo para contar la primera de las historias que hoy van a llenar estos minutos. Esta noche os traemos la vida de Cristín de Pizán, en primer lugar. Este nombre ni siquiera se menciona en las escuelas. Con el auge de movimientos como el MeToo hasta incluso sorprende que no se haya hecho más célebre y se haya traído al presente.

Pero creemos que teníais que escuchar su historia. Cristín nació en Venecia el 11 de septiembre de 1374. Su padre era médico y astrólogo local. Cuando Cristín era una niña, el rey Carlos de Francia invitó a su padre a que se convirtiera en físico y alquimista de cámara y él aceptó. Desde aquel instante la vida de Cristín cambió radicalmente.

Criada en Palacio, aprendió a leer y a escribir y estuvo relacionada desde temprana edad con un importante círculo de intelectuales. Desde muy jovencita hablaba francés, italiano y latín y descubrió a los primeros humanistas. Además, al tener a la Biblioteca Real, pudo también leer un buen número de manuscritos de algunos de los escritores y pensadores más importantes de su tiempo y de épocas pasadas.

Con 15 años de edad, en 1380 se casa con el secretario de la corte Etienne du Castel. Y lo cierto es que fue un matrimonio excepcionalmente feliz pese a la diferencia de edad que había entre los cónyuges. Pero ya sabemos que todo no iba a ser desbordante de felicidad.

Ese mismo año el rey Carlos muere y asciende al trono su hijo, quien reinaría como Carlos VI. Este nuevo rey, que de primeras hubo de ser regentado, pues tenía 11 años, ordenó que se recortasen algunos de los gastos de la corona, lo cual significó que también se vieron mermados los ingresos del esposo de Cristín.