Charo Garitacelaya. VI Ruta solidaria para el programa Vacaciones en paz 1n552

Más de uno, Onda Cero Castro Urdiales, Idoia Usubiaga y Óscar Salgado.

Así se va caminando, ¿no?, todos así, con buena música, con una sintonía así agradable.

Sí, silbando al caminar, que está muy bien, y sobre todo si estás caminando y estás colaborando en algo solidario, como por sexta vez ya, bueno, pues, se va a hacer este domingo, pues, miel sobre hojuelas, porque...

La embajadora no puede ser otra, es la que está con nosotros.

No, no, y nos encanta además que venga Charo Garitacelaya. Charo, bienvenida, muy buenas.

Hola, buenos días.

Con ese Cantabria por el Sahara, como siempre, bueno, pues, vendiendo los dorsales, ¿verdad?, para...

Bueno, pues, para sacar dinero para esas vacaciones en paz, que es como lo denomináis y para que...

No hay mejor denominación que esa.

Sí, el programa se llama así desde el principio, estaban en guerra, entonces se hicieron vacaciones en paz.

Se traía a los niños a disfrutar de vacaciones en paz.

Charo, ya me asusta, me asusta.

¿Cuál te asusta? Porque es que pasan muy rápidos los años.

Muy rápidos.

Es que vuelven otras vacaciones, es cierto.

Sí, sí, sí. A mí se me pasa también volando, porque una vez que acabamos de dejar a los niños, nada, en septiembre descansas un poco y en octubre ya estás preparando documentación, preparando todo.

Bueno, que ya lo harás de una manera de la que, claro, al principio cuesta un poquito más por aquello de la organización, y ahora ya te manejas como...

Sí, hombre, pero hay cosas, sí, pero siempre, siempre quedan cosas por ahí.

Cosas que te cambian permisos, la burocracia es, de verdad, es pesadísima.

Pero bueno, estamos en ello.

Te haces encantada.

Sí.

Y cada vez más niños se querrán sumar, ¿no? Sí, el problema es que también tiene ese límite.

O sea, por niños sí, pero el problema es que hay que pagar viajes, hay que pagar estancias, entonces alcanzas algo que alcanzas, no se puede más.

O sea, quisiéramos traer a todos, imposible.

Luego, el tema es que la vacación está programada para familias y, claro, tampoco hay familias.

Antes había, se traían, yo creo que eran como 8.000 niños en toda España y ahora son 3.000.

Las familias trabajan, lo tienen mal para tener a un niño más en casa, entonces eso se ha cortado.

Está más complicado que antes.

Está complicado, sí.

Fíjate, cuando hablamos, que yo creo que eso también es, no sé, que dice mucho de cómo está la sociedad y cuando hablamos de economía, ¿no? Lo difícil que se hace, porque al final, hombre, pues aparte del acto solidario, del cariño, de lo que se aporta humanamente, pero es que también hay que aportar económicamente.

Y entonces, muchas querrían, muchas familias, pero se les hace difícil.

No, pero las familias más que económicamente, porque los viajes de los niños los pagamos nosotros.

O sea, los pagamos nosotros con ayuda del gobierno de Cantabria, con las subvenciones de ayuntamientos, con cooperación, esos viajes van pagados, el niño le mantienes en casa.

Entonces, como decía mi madre, donde comen dos, comen tres.

Igual eso no es el problema.

El problema es que ya las familias, pues antes había uno en casa, ahora dependen de que les cuiden los abuelos.

Entonces, no vas a dejar a tu hijo, más al otro que no habla español.

O sea, a ver, el traer a un niño supone dedicación, porque el idioma no lo conocen.

Entonces, tienes que estar con el tiempo y, claro, hay muchas familias que están limitadas en tiempo.

¿Cuánto tiempo? Vamos a recordar, quizá alguien esté escuchando, alguna familia y pueda interesar.

¿De cuánto tiempo serían estas vacaciones en paz? Dos meses.

¿Dos meses? Yo creo que vendrán, no sabemos todavía la fecha fija, bajamos a buscarles a finales de junio y vendrán hacia el 30, el año pasado vinieron el 30 de junio y marcharon el 30 de agosto.

O sea, dos meses justos.

Y luego, claro, nosotros que nos hemos metido en el tema de la discapacidad, porque ya no son los, traemos a 50 niños, 35 van a familias, pero 15 de ellos vamos a estar en la escuela Granjaderas, que tiene tema de residencia de estudiantes.

O sea, como el año pasado.

Sí, porque reúnen muchas condiciones, estamos muy bien allí, nos han acogido genial, tenemos espacio, es que es un sitio...

Cuando están revisiones médicas tan necesarias.

Claro, claro, y estamos a un pie de baldecía, porque nosotros nos tiramos casi los dos meses, vete y ven, 15 niños con infartos cerebrales, discapacidades, tema de huesos, tema de desnutrición total, la mayor parte de ellos, cuando no vas para un especialista vas para otro.

Entonces nos viene genial.

Claro, tú que vas y vienes también y que haces esas visitas y ya son seis años, del primero que pudo venir en este transcurso de los años, ¿cómo ves ese beneficio? ¿Cómo han podido cambiar? Hombre, mucho, porque el primer año que trabajamos con niños con discapacidad fue aquí en Talledo, que trajimos a diez.

Y yo siempre cuento que en aquel año vinieron dos niños que vinieron andando con las rodillas, venían arrastrándose.

A esos niños, con ayuda de rehabilitación de baldecía, marcharon andando, con andador, y ahora vienen en verano y marchan.