Los Cátaros - 21 de Marzo de 2.025 ( Madre Eufrosinia - Parte X ) 403v5w

Buenas noches, queridísimos amigos. Aquí desde la Asociación para el Estudio de la Cultura Cátara os saludamos un día más y vamos a continuar con nuestra Madrecita Eufrosinia, esta grandísima santa de espíritu verdadero, porque hay tantas cosas interesantes que decir que ella es tan inspiradora, su vida tanto enseñó, a tantas personas ayudó, que esta gran acumuladora de espíritu omnibueno, de espíritu santo, pues vamos a continuar un poquito más contando algunas cosas de su vida. Madre Eufrosinia compartía con la gente generosamente su adoración a la Santísima Virgen, ella estaba totalmente guiada de lo alto, andaba constantemente con ella, con Cristo, luego se unió Padre Juan, con la hermana lega Natasha, esos eran sus acompañantes principales.

Si has pasado medio día con Eufrosinita, el nombre de la Reina Celestial ya no abandona tus labios, sin ella no se puede pasar ni una hora en la tierra, de otro modo perecerás. Cuando exhortaba, hablaba de un modo muy simple, Madre Eufrosinia hablaba de un modo muy simple, pero sus palabras alcanzaban una grandísima profundidad del corazón.

Decía a alguno de sus seguidores, por ejemplo, qué pecador eres o qué pecadora, y cabeceaba, pues nada, la propia Madre Divina te ha traído hasta mí, y algo, entonces, cuando Madre Eufrosinia decía esto, algo se soltaba en el corazón de la persona, se enfermecía, se abría, se atravesaba, corrían ríos de lágrimas, porque el alma se desahogaba, comenzaba a darse cuenta de sus errores, y entonces empezaba una confesión incesante.

Madrecita Eufrosinia instruía con amor maternal y humilde, hijito, pero por qué no rezas, y se lamentaba con dolor. La Madre Divina quiere que hagas una postracióncita. A los que no le hacían caso, les reprendía, mira que la Purísima se va a enfadar, y el neófito sentía una grandísima palpitación ante un misterio que le era desconocido, pero al mismo tiempo muy cercano.

Se realizaba el parto espiritual, y se concebía la recuperación de la vista, se abría la conciencia de la persona. Madre Eufrosinia enseñaba a que la gente abriera la conciencia que la tenía, la tenemos la humanidad casi rota, medio muerta, y enseñaba a ver a Cristo a través de la Madre Divina.

Y cuanto amaba Madre Eufrosinia glorificar la cruz, con lágrimas enternecidas, moviendo un poco la cabeza de un lado a otro, repetía, ay, ante tu cruz nos inclinamos, oh Señor, y sin poder terminar la oración, ya se anegaba en lágrimas. Porque cuando estás viviendo como vivía Madre Eufrosinia en la tierra, pero en las esferas celestiales, este amor que se siente, y esta sobreiluminación, también producen lágrimas, producen enternecimiento, y a Madre Eufrosinia en los sufrimientos se le revelaba la cruz que había tenido Cristo.

Nuestra Madrecita nunca discutía.