Casas casos e cousas: Sargadelos en Cervo con Antonio S. Río Vázquez 3b214j

Hoy es casi 20 de la tarde para hablar cada 15 días de los edificios, de esas casas, de esos casos, de esas cosas que nos rodean, que al final dan sentido también a nuestra sociedad y a nuestro día a día, pero como están ahí, como que ya nacimos con ellos ahí a nuestros alrededores, no les damos mucha importancia, pero tienen, vaya que tienen, que estamos haciendo aquí casi una sección de filosofía cada 15 días, relacionada con la arquitectura.
¿Cómo estamos? Carmen Figueiras, de Endocuag de Lugo.
Hola, ¿qué tal Sara? ¿Cómo estás?
Hoy dijiste que íbamos a unirnos al equipo de Antiamontes de Amariña. Hoy quedamos aquí.
Siempre que chego escucho a sección de Amariña, quería unirme también con la sección de Antía. Siempre estamos a escuchar cosas de Alcoa, pero también tenemos una empresa que es bastante relevante, la Amariña Lucense, que es una historia de una empresa también productiva, con una historia de sargadelos, porque productiva y cultural.
Mira, otro día estaba con un amigo mío, que es fan absoluto de sargadelos, que me dijo que algún día a casa le voy a regalar una vajilla entera de sargadelos.
¿Qué casa no tiene sargadelos?
Ninguna, no conozco casa ninguna que no tenga una peza pequeñina de sargadelos. Así que casi podríamos decir que sargadelos son una cuestión identitaria, no es una cuestión menor esto.
Es que efectivamente hay una relación directa con FITO que hubo en los séculos XX, que es la creación del laboratorio de Formas en 1963.
Hay un edificio que materializa todo lo que el laboratorio de Formas estaba a pensar, que supone también la transformación de sargadelos, con una idea también muy benseñada al tema del diseño, que es lo que vemos en las vajillas.
Hoy para hablar de sargadelos, del laboratorio de Formas, el edificio que tenemos en Cervo, que es muy particular, tenemos a Antonio Río, que es arquitecto de la Escuela Técnica Superior de Coruña,
y profesor también allí de Haciendas como Estudio de Arquitectura, por ejemplo.
Antonio, ¿qué tal? ¿Cómo estamos?
Hola, buen día, encantado de hablar con vos.
¿Tenéis algo de sargadelos en casa?
Sí, por supuesto.
Vale, porque si no quitábamos tu carnet de galego, pero ya, automáticamente, automáticamente.
Que decía, mira, la semana pasada una tertulia que teníamos por aquí, que evidentemente tenemos representación de todas las cores,
y decía, yo creo que era el galozao acoso, me pongo aquí, ¿os doben dejar repartir el carnet de galego?
¿Quitad ese repartir? Y vos decís, no, no, quien quita el reparto del carnet de galego es sargadelo.
El reparto del carnet de galego es sargadelo. Si no tienes sargadelo en la casa, no puedes ser galego.
Ya está, eliminado, eliminado.
¿O es que es un laboratorio de formas, Antonio?
El laboratorio de formas es una iniciativa, así de tipo empresarial, cultural,
que nace a mediados de los 60, en el século XX, y aparece en Argentina, en un exilio.
Llaman de dos creadores que trabajan en muitas disciplinas, como son Isaac y Aspardo, y Luis Ferranes,
que deciden montar una especie de laboratorio, de lugar donde se ensaya, donde se prueban cosas,
para recuperar precisamente las formas identitarias de Galicia.
Esas formas que están presentes desde el inicio de la historia, cómo se pueden estudiar, cómo se pueden recuperar,
y sobre todo cómo se puede proyectar para el futuro.
Directamente ligado a eso aparece la recuperación del diseño, la cerámica,
y precisamente esas formas se convierten en objetos que son los que, como hablamos, están en todas las casas.
Es que nos tenemos prácticamente un mausoleo de sargadelos en los pais,
es decir, esto es algo muy importante, es un tema que no sé cómo nos reflexionamos antes sobre todo esto.
Pero Carmen, si nos tenemos que centrar más en la zona de arquitectura, ese edificio tiene también su intríngulis, ¿no?
Sí, yo creo que Antonio puede hablar de una figura bastante fundamental de la arquitectura que es Albalat,
así que si quieres introducir un poco cómo surgió el edificio, Antonio, por favor.
Pues sí, como decíamos, la iniciativa aparece en Argentina, en el exilio,
pero cuando ven que hay posibilidades de votar, de proyectarla en Galicia,
pues lo que les interesa es crear una industria aquí para la producción de objetos cerámicos.
Ya tenían fita una en Argentina, tenían un pequeño intento en Cerámicas del Castro, cerca de César,