Cartago ad portas Gadir 4v12v

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Bienvenidos y bienvenidas a un nuevo programa de Zona Historia.

Hoy volvemos a Gadir, pero no vamos a hablar de un Gadir que está solo, sino vamos a hablar también de su hermana, Cartago, o quizás su superior.

Ya lo veremos a lo largo de este programa.

Antes de empezar a desarrollar todo lo que hablamos con Pablo Sicre del grupo Fénix Mediterránea en el programa de tele que estuvimos comentando todo este tema, tenemos que partir de la base de lo que pensábamos antes, de la relación entre Cartago y Gadir.

Y nos tenemos que remontar, evidentemente, a los inicios, es decir, al mundo fenicio puro, vamos a decirlo así, al de las colonias de la costa sirio-palestina.

Allí sabemos las ciudades, tiros, idón, biblos y muchas más.

Sabemos, en este caso, que desde tiros se envían a fundar, más allá de las columnas de Hércules o de Melcar.

Lo sabemos todo eso ya.

Y sabemos que todas estas colonias dependían de lo que sería, en este caso, la metrópoli.

Cada una de su ciudad fundadora.

Pero va a llegar un momento en que los grandes imperios, persas, sirios, van a someter tanta presión la costa que, evidentemente, Fenicia, que no existía en sí el estado fenicio, pero bueno, Fenicia, esa costa, va a ser engullida y, por tanto, se va a cortar el cordón umbilical con lo que sería el occidente y centro del Mediterráneo.

¿Qué va a ocurrir? Pues que ciudades como Cartago, como la propia Gadir, y alguna que otra más, van a crecer en auge, aunque ninguna, sobre todo militarmente, como Cartago.

Ocurre también que, llegado el siglo III, en que Roma, esa pequeña aldea de pastores que va a ir creciendo, la de Romo y los Remos, va a comenzar la propia ciudad de Roma a conquistar territorios en la península itálica y a crecer por toda la bota, hasta la punta de la bota, pero abajo, Cartago, a su vez, también va a crecer por toda la costa norteafricana, teniendo en punto de mirar lo que es el occidente mediterráneo, puesto que el oriente, bueno, pues hay varios imperios ahí que controlan el mar, ¿no? Están los griegos, el mundo egipcio y, ya digo, todos los imperios que han ido sucediéndose a lo largo de este primer milenio antes de Cristo en la costa sirio-palestina.

¿Qué va a ocurrir? Que, claro, que Cartago tuvo la mala suerte de que va a surgir un contrapeso a su poderío, que no es otro que Roma.

Y en esta primera guerra púnica, que ya se está viendo que está mal dicho, porque la culpa no lo tienen los púnicos, o fenicios, que es lo mismo, poeniki, los romanos lo pronuncian poeniki, púnico, y los griegos, pues, le meten la F, ¿no? Fenicios, rojos, según lengua griega.

Pues va a ocurrir que en medio entre Cartago y Roma, Roma al norte, Cartago casi al sur de Roma, en medio, casualidades de la vida, en medio del Mediterráneo hay una isla, hay varias, pero una que es Sicilia.

Y Sicilia va a ser terreno de disputa.

La costa oeste y norte va a ser posesión cartaginesa, la costa sureste va a ser posesión romana o de influencia romana, y en el centro todavía quedaba un pequeño reino siciliano ahí en medio.

Entonces, esta isla,