EL CAFELITO DE JOSEP PEDREROL #26 | CARLOS SAINZ | PODCAST COMPLETO 501b

Carlos Sainz, un poquito de café, ¿es lo que haces tú por la mañana, tomar un cafelito? La primera cosa. Ahora me están intentando aficionar al matcha, como la hoja del té, pero el café de toda la vida, a mí que no me lo quiten.

Esto es una cosa mental, al final. Hay gente que dice que no soy persona si no tomo café, y yo creo que en realidad el que no hace el efecto es el que nosotros queremos que haga.

Tampoco es que la cafeína lleve tanta, y hay gente que parece que lo necesita para empezar el día, si no, no empieza el día.

¿Cómo es tu ritual? ¿Cómo es un día cualquiera para ti? Bueno, un día cualquiera para ti nunca son iguales todos los días.

Es que yo no tengo un día igual, macho. Cada día es diferente.

Te puedo decir cómo es mi día de carrera de jueves a domingo, cuáles son mis tres días seguidos que paso por casa entrenando, te puedo explicar… Primero, poco pasas por casa, ¿no? Por casa muy poco.

¿Cómo disfrutas los días que tienes para estar con los tuyos? ¿Cómo es? Para mí, la semana que tengo libre, a mí me gusta, por ejemplo, pasar tres o cuatro días buenos de calidad en casa descansando, durmiendo mis siete u ocho horas recuperando el cuerpo, haciendo muchos ejercicios de recuperación, pero también de entrenamiento en bici y gimnasio.

Ahora mismo me dedico mucho a hacer bici y gimnasio.

¿Cuántas horas? Dos horas a la bici, dos o tres horas a la bici y una hora al gimnasio, de media al día.

Y luego descansar bien, comer bien, intentar comer sano.

Me he dado cuenta de que la nutrición cada vez es más importante para recuperar… Dicen que el 80% de la clave está en la dieta más que en el ejercicio.

Comer sano, como de todo, pero sano.

Intento comer comida real, lo que es la comida… Mediterránea, que se dice.

Mediterránea, por ejemplo.

Y luego muchas reuniones con mis ingenieros, más de lo que la gente se piensa.

Muchas llamadas con el equipo, muchas reuniones con la gente aerodinámica, con la gente de estrategia.

¿Eres tan currante en eso, tan maniático con el trabajo, como se dice? ¿Estás tan encima de todo? A mí me gusta.

El problema que tengo, o la ventaja, es que me gusta hablar con mis ingenieros mucho y hablar de la aerodinámica del coche, hablar de las últimas estrategias que hemos hecho, que podemos hacer para mejorar.

Luego tengo un ingeniero este año que trabaja muchísimo, le gusta estar mucho al teléfono también y eso me divierte, porque nos pasamos mucho tiempo dándole vueltas al coco con los setups de los próximos fines de semana, las estrategias, los neumáticos.

Y eso, al final, me ocupa bastante parte del día.

Y sí, soy un poco pesado, cada vez los equipos se dan cuenta de que soy más pesado, pero me gusta que lo piensen, porque saben que voy a estar encima de todo.

Pero es porque te gusta lo que haces.

Me gusta mucho lo que hago.

Tienes una ventaja.

Cuando a veces decimos, no el esfuerzo que supone, el esfuerzo es trabajar en lo que no te gusta.

No lo cambiaría por nada.

Y cada vez que pasa el tiempo, me haciendo mayor, ahora he cumplido 30 años, me doy cuenta de la suerte que tengo de poder decir que trabajo en lo que más me gusta.

Que prácticamente no lo considero trabajo.

A mí ir a una carrera, para mí no es trabajo.

Igual trabajo es más ir al simulador, porque el simulador es más pereza, no es el coche real.

Coger un avión para ir al simulador o coger el avión para ir a eventos de marketing y demás.

¿Por qué tienes que subirse en un coche a esa velocidad? ¿Qué siente alguien como tú? Yo ahora mismo ya no siento nada, porque es mi día a día.

¿Qué sientes subiéndote al coche para ir a trabajar? ¿Qué velocidad alcanzas? Yo lo que es 100, 200, 300 kilómetros por hora en el coche, para mí es, piensa que me paso la subida a un coche de Fórmula 1, pues es que ahora voy a hacer tres grandes premios seguidos.

Hago Imola en Italia, Mónaco, que en Mónaco ahí sí que pasa todo rápido, y ahora me voy a Barcelona dentro de poco.

Por lo tanto, al final, es que me paso de estos próximos 15 días, pues cinco subida a un Fórmula 1.

Entonces me acostumbro a esa velocidad, me acostumbro a las sensaciones.

Donde más me sorprende un Fórmula 1 es cuando llevas dos o tres meses sin subirte, en esos meses de diciembre a enero, y te subes en febrero al Fórmula 1 por primera vez, y ahí te pega una leche al cuerpo que te deja… ahí el Fórmula 1 te destroza, porque por mucho que hayas entrado en el gimnasio, por mucho que te hayas preparado, el primer día de Fórmula 1, el cuello, el abdomen, los glúteos, la cabeza, todo pasa muy rápido y te machaca el cuerpo.

Da igual todo lo que entrenes, que el primer día de Fórmula 1 te machaca.

El cuello es un… ahí sufres mucho, el cuello sufre mucho.

Es lo que más… es el músculo, digamos, que más fuerte tienes.