CAFÉ CIENTÍFICO IFCA 3X07 |​ El infalible elixir contra la amnesia histórica 2v2h11

Vas a escuchar el podcast del Instituto de Física de Cantabria, El Café Científico, de Tomás Mantecón.

Muy buenas tardes, bienvenidos y bienvenidas al Café Científico.

Hoy una tarde que estamos aquí recogiditos que parece como que apetece, ¿verdad? Como siempre muy contentos de ver esto lleno, la verdad es que da gusto.

Caras conocidas y caras nuevas, que eso también nos encanta.

Bueno, vamos a presentar al ponente de esta tarde.

Él es Tomás Mantecón Movellán, yo creo que muchos y muchas le conocéis, pero por si acaso vamos a dar unas breves pinceladas de quién es el ponente de esta tarde, quién es Tomás Mantecón.

Es catedrático de Historia Moderna y miembro del grupo Mundus y más demás y de la Universidad de Cantabria.

Ha sido profesor y es investigador invitado en prestigiosas universidades en Londres, París, Nápoles y además forma parte de importantes comités científicos internacionales.

Tomás ha dirigido muchísimas tesis doctorales y cuenta con más de 100 publicaciones sobre criminalidad, justicia, conflictos y cultura popular.

Algunos de sus libros miran hacia nuestra región, como por ejemplo Contrarreforma y Religiosidad Popular en Cantabria, otros como España en tiempos de Ilustración y tiene muchísimas obras colectivas con el grupo que he mencionado, Grupo Mundus.

Actualmente, en su investigación, Tomás compara los diferentes usos de la justicia en sociedades tradicionales.

Esta tarde para nosotras es muy importante que Tomás esté aquí porque el año pasado también lo invitamos, no pudo venir, así que es doblemente especial que hoy esté con nosotros en el Café Científico y hoy Tomás nos va a desvelar cuál es el infalible elixir contra la amnesia histórica.

Así que pido un fuerte aplauso para Tomás Mantecón.

Bueno, muy buenas tardes, muchas gracias Rebeca.

Es un placer estar aquí.

Otras veces he estado sentado por ahí, no todas las veces que me ha apetecido, sino todas las veces que he podido.

Hoy lo que sí quería hablar, yo creo que en los tiempos en que vivimos, perdemos, yo ya tengo una cierta edad, perdemos referentes que nos ayudan a entender las cosas que pasan alrededor.

Y creo que muchas veces también es oportuno dar un punto de vista de historiador.

Con mucha frecuencia, cuando uno ve en los programas de televisión o en los medios que alguien se pronuncia sobre algún fenómeno histórico, en la mayor parte de los casos no se pregunta a ningún especialista.

Es más, casi todas las personas que podemos encontrar en los estantes de librerías, cuyas emblemas o títulos me voy a reservar, pero las más importantes del país, cuando uno va a las secciones de historia, muchas veces encuentra que los libros de referencia general que leemos no son de especialistas.

Y esto da lugar a que los resultados no sean los mismos.

Hoy intentaré dar una receta para vacunarnos de alguna manera frente a estas situaciones y también para algo que me parece que es muy importante, para tener en cuenta con qué elementos podemos aprender mejor la realidad, conocer cada fenómeno o cada proceso teniendo en cuenta multiplicidad de ángulos.

Es decir, daré una receta para la cual empezaré con los ingredientes y luego haré un pequeño decálogo de cómo debemos tratar esos ingredientes para que el resultado sea correcto.

La cuestión que nos ocupa es muy importante porque si no tenemos memoria, y la historia no es exactamente la memoria, sino es un conocimiento particular de esa memoria, un conocimiento que tiene un método científico y que da lugar a resultados verificables y que nos permite rescatar partes de la memoria que no es la propia, es la de las sociedades en el transcurso del tiempo.

Pero perder la memoria es algo gravísimo, ya no hablemos de la historia, sencillamente la memoria.

Imaginen por un momento que se nos olvida todo lo que sabemos ahora mismo.

No reconoceríamos ni el espacio, ni los artefactos que nos rodean, ni la situación, ni podríamos comunicarnos, es decir, es la situación más cercana a la muerte, es aquello en lo que no somos capaces de entender lo que nos pasa.

Bueno, viviríamos algo más bien parecido a las musarañas que viven más o menos un año, tienen 1200 pulsaciones por minuto y tienen que estar comiendo constantemente para no fallecer.

La memoria es importantísima, es importantísima y nos confiere la propia condición de humanos.

La memoria nos permite recordar nuestras experiencias, sopesarlas con el tiempo, evaluarlas.