Bienvenidos 02 03 2025 | Carmen Giménez | El dolor de espalda con el Dr José Antonio López Vigil 366m5l

No importa desde donde vengas, si andamos juntos por el camino, la vida es como girando, se para y te deja donde quieras.

Todos ustedes están escuchando el programa Bienvenidos en Radio Libertad, dial 107.0 FM de Madrid.

En él intentamos demostrar y defender que la integración en todos los aspectos de la sociedad es un derecho y es posible.

Las personas con una discapacidad intelectual y este programa es un ejemplo de ello.

Todos sus locutores tienen una discapacidad y lo hacen con dignidad, profesionalidad y a la vez que con un entusiasmo digno de iración.

Solo necesitan un poco de ayuda, poca desde luego, y la comprensión de una sociedad que a veces es muy perfeccionista y exige lo que no se debe exigir.

Ellos son ciudadanos de primera como cualquier otro y tienen derecho a un trabajo como lo tienen a la sanidad, a la enseñanza y al ocio.

Se ha avanzado bastante, pero aún faltan años luz hasta conseguir una situación realmente igual a la de todos los ciudadanos y las personas incapacitadas porque su afección fuera incapacitante tendrían que tener todas las medidas y ayudas médicas necesarias.

Centro de día, ayuda a las familias para no tener, entre otras cosas, que dejar sus trabajos para poder atender a sus hijos.

En fin, tener incluso algunos respiros para poder salir como cualquier persona.

Y cuando una persona tiene una incapacidad, que no es lo mismo discapacidad que incapacidad, discapacidad es algo muy ligero, mientras que una incapacidad son personas que no hablan, que no se mueven, que están prácticamente vegetativas.

Esas familias necesitan una ayuda muy grande y que en estos momentos no la están teniendo.

Nuestro comentario semanal es, nuestra sociedad es un dislátil.

Estamos siendo testigos, nuestra generación, de las vivencias de una sociedad en la que millones de personas no tienen muy claro ni de dónde vienen ni hacia dónde van.

Muchos gobernantes que deberían ser ejemplo de vida y moral de lo que la sociedad debiera ser, lo son de lo que no debiera ser y son corruptos, inmorales, embusteros, vergonzosamente indignos.

Otros nacen en ámbitos de pobreza o caen en ella por enfermedad o lo precario de la sociedad al no encontrar un trabajo digno y lo que es aún más trágico, incluso con un sueldo mínimo, no solamente uno, sino a veces el sueldo de la pareja, de un matrimonio, pero que no les llega ni para cubrir las necesidades básicas.

Estas son personas que están marginadas o muy cerca de ser marginados cuando están trabajando y luchando por salir adelante.

Cualquier familia debiera de tener dinero suficiente para pagar el alquiler, la hipoteca de la casa, los colegios, los transportes, la ambientación, los medicamentos, más todo lo necesario para un hogar.

Esto nos lleva a la terrible situación de las personas sin techo, que mucha gente incluso critica o que dicen que hace a la ciudad, que qué horror ver a personas durmiendo en la calle, en plena Gran Vía, o en una tienda, o en un banco, eso es tremendo, con unas cartones, una manta raída si la tienen, o en las entradas de comercios de los bancos o los aeropuertos, que se están volviendo dormitorio de numerosos indigentes.