ARTISTAS CALLEJEROS ¿Arte o molestia? 4b3t3m

Y bien, gente, os preguntaréis para qué os he reunido hoy aquí para este programa de Sayonara Deluxe.

Aquí comienza Sayonara Deluxe, el podcast de variedades donde se expondrán temas muy diversos y se debatirá cada uno de ellos con puntos de vista muy diferentes.

Otros minutitos que vamos a darle vueltas a algo cotidiano, algo que suele pasar por ahí que muchas veces a lo mejor ni lo hemos pensado y que hay gente a la que le molesta mucho, hay gente a la que le encanta, hay gente a la que le es indiferente, pero hay gente que incluso vive de eso o vive de ti.

Os explico.

Ha salido una noticia recientemente en la que en Málaga había un artista callejero que hacía una serie de acrobacias con un aro en la plaza y en un momento dado viene la policía y lo paran, empiezan a pedirle la documentación.

La verdad que el artista lo hacía muy bien y eso está grabado y se puede ver el vídeo.

Y el público, incluso gente que no es público, que son unos viandantes que están pasando por ahí, ve que increpan al artista.

De paso, pues esta gente empieza a increpar a la policía, a dejarlo en paz, no está haciendo daño a nadie, solo está haciendo un divertimento, entreteniendo Y claro, hasta el ayuntamiento ha tenido que manifestarse, sería la expresión, o pronunciarse, ¿no? Pronunciarse, sí.

Diciendo que solamente han ido a pedir la documentación, que se identifique la persona y constatar si tiene o no tiene permiso para hacer esa actividad en público.

Entonces yo me he enterado, que no lo sabía, que realmente tú puedes pedir permisos para hacer ciertas actividades en público.

Incluso tocar música y lo típico de la guitarra que lo abre en el metro y lo pone ahí.

Pues esas cosas, siempre pensamos que cuando llegue la policía van a cerrar la maleta, salen corriendo, unas cierran, otras no.

Y es que tú puedes pedir permiso para eso.

Claro, está el vacío legal de si eso se tiene que tributar o no, que eso sería aparte, que ahí ya no me voy a meter, porque creo que eso es un debate totalmente paralelo.

Pero el hecho de que cualquiera puede hacer cualquier tipo de actividad en público, que esté regulado, es ante todo curioso.

Entonces, indagando un poquito, he visto que cuando llegan las fiestas de un pueblo, viene acompañado de muchos tipos de artistas callejeros, los que se quedan como congelados, que se maquillan enteros, que son como estatuas vivientes, los que hacen muchos tipos de acrobacias, muchos cantantes.

He llegado a ver poetas callejeros, eso es una cosa que me impactó.

He llegado a ver cuartetos de cuerda actuando en la calle, que es algo súper bonito y emocionante.

Claro, encima te tocan música épica de esta que te estremece.

Y entonces digo, ¿y por qué en fiestas esto está permitido? ¿Qué pasa? Que a nivel de feriantes y de actividades, se gestiona muy bien.

Entonces, como va a través de, en este caso, las concejalías de festejos y todo eso, como que en paquetes se tramita todo a la vez, y como que abren más la mano o se autoriza todo más de golpe, y no deja de ser curioso.

Y entonces luego he estado pensando y pensando y pensando, y me he acordado de esas ciudades en las que de repente paras en un semáforo y tienes a un perroflauta, lo voy a decir así, sin menospreciarlo, pero es que se les conoce como tal.

Esa persona con rastas, habilidosa, que hace algún tipo de malabares y que luego viene a pedirte.

¿Y qué pasa? Que si la cosa le va bien y eso es muy simpático y muy agradable, pero si por lo que sea no le está yendo bien el día, suele ser grosero, te da golpes con la caja en el cristal, como que te pone el compromiso.

Ves como en cuanto para la gente empieza a subir las ventanas y a cerrar las puertas de, madre mía, que no se te va a montar en el coche, o sea, tiene sus bolas de malabares ahí en la esquina del semáforo, lo vas a ir muy bien con los zapuestos si te lo lleves.

Y entonces hay gente a la que le molesta mucho este tipo de actuaciones y hay gente a la que les encanta y luego hay gente a la que les es indiferente.

Y entonces me he estado acordando también de ciertos casos en los que yo me he visto, sobre todo cuando vivía en Valencia, que había ciertas personas que tú estabas a lo mejor cenando en una terraza o tomando algo, se te acercaban, tocaban música y luego te iban pasando el cepillo.

Pero es que hay gente que es muy mala tocando y cantando y yo lo que único pensaba es una, o te pago es para que te vayas, y segundo, si te estoy dando dinero estoy como afianzando que te quedes aquí tocándome otro día las pelotas, nunca mejor dicho.

Entonces, yo soy de las personas que nunca doy dinero a nadie, pero a nadie.

Por muy bien que lo haga, por mal que lo haga.

Hay gente a la que...