¿APRENDER O BUSCAR EN UN CLICK? (El Dilema del Saber en la Era Digital) 243d35

¿Habéis pensado alguna vez entre la diferencia de aprender y saber buscar? Bienvenido a Sayonara Tecno, el podcast casi diario de reflexión sobre tecnología y ocio.

Actualidad, retro y futuro unidos en un mismo programa de 10 minutitos aproximadamente.

Muy buenas gente, ¿qué tal? Soy Toni, de la familia de podcast de Sayonara.

Y llevo unos días acordándome de un profesor que tuve, profesor de geografía e historia, Alfonso. Y algún día escuchas esto que sepas que me acuerdo mucho de ti, un profesor muy dicharachero, con melena, era muy joven por aquella época y le gustaba mucho enseñarnos cosas. Y el caso es que él valoraba mucho no que memorizásemos cosas, sino que supiésemos dónde buscar, que nos sonaran de haberlas leído, que las hubiese mencionado él y luego saber buscar si teníamos que ir a un tema, a otro, a un libro, a una biografía. Y la verdad que tiene un sistema que para mí en esa época fue totalmente rompedor. El caso es que han pasado los años y estamos acostumbrándonos a buscarlo todo y creo que a memorizar poco. Puede que esa sea mi sensación. Así que hoy os voy a invitar a la dulce paradoja de nuestro tiempo.

Me vas a permitir compartir una reflexión que me ha rondado la cabeza ya no durante años, aunque la haya recordado recientemente. Y es una inquietud que se ha intensificado con el zumbido constante de información digital que tenemos prácticamente al alcance, voy a decir de las manos, pero es que es de todo. Así que quiero hablaros de la sutil pero trascendente diferencia entre aprender y buscar. Imaginad por un instante un mundo sin pantallas, un mundo donde el conocimiento se transmitía de boca en boca, donde los libros eran auténticos tesoros y la memoria era un músculo vital. En ese mundo aprender era un acto de inmersión, era una danza lenta, profunda y se mantenía ese baile con la información para saber asimilarlo. Era como sembrar una semilla en una mente y regándola con atención, algo de lo que parece que estamos perdiendo, de lo que carecemos actualmente y dejábamos que echara raíces y que floreciera con la comprensión.

Antes recordábamos la tabla periódica porque la recitábamos uno a uno, las preposiciones, no sabíamos los ríos de España porque los dibujábamos en mapas, primero eran unas fotocopias mal hechas donde los poníamos, luego se lo dibujamos nosotros y luego a veces hasta en blanco, podíamos situarlos por donde pasaba el pisuerga, el navalón, el Guadalquivir, el río Turia y seguro que lo ibais poniendo, sabíamos que uno era el más caudaloso, el Ebro, otro era el más largo de España, el Tajo y la historia se grababa en nuestra memoria a través de los relatos apasionantes contados a veces al calor de una chimenea por personas más mayores y que asumíamos y de hecho ahora yo doy fe de que tenían más conocimientos.

Ahora avanzamos rápidamente hasta nuestro presente donde la respuesta a casi cualquier pregunta es déjame que lo mire en google, ¿necesitas saber la capital de Burkina Faso? lo buscas en google, ¿quieres recordar la fórmula del benceno? wikipedia, google o algún otro buscador, ¿dudas de la fecha de la batalla de Lepanto? no pasa nada, abro mi aplicación de inteligencia artificial ya sea hecha gpt lo que sea, lo pongo y ya está, tengo en un rápido vistazo a los teléfonos la historia se va revelando al instante, esta inmediatez, esta abundancia de información al alcance de la mano es innegablemente poderosa, nos ha permitido democratizar el conocimiento de una manera que nuestros antepasados sólo podían soñar, nos permite no caer en esa desdicha o en esa pereza mejor dicho de ya lo buscaré, ya lo miraré en esa enciclopedia que algunos tenían en casa, ya iré a la biblioteca y cuando pueda lo consultaré, ahora si te surge la duda abres el teléfono y ahí mismo lo tienes, pero ¿a qué precio? os voy a contar una historia, hace unos años había un escritor que mientras investigaba para una novela histórica se encontró con un detalle crucial sobre la vestimenta de la nobleza del siglo 18, podía encontrar la respuesta en cuestión de segundos en un archivo digital, la información estaba allí nítida y era precisa, sin embargo no se quedó con él y al cabo de unos días la había olvidado por completo, en cambio recordaba la época en que pasó horas en una biblioteca polvorienta ojeando libros antiguos sintiendo el peso de la historia en las manos, el pasar hojas y hojas con tantos datos, con tantos momentos, con tantas historias, con tantas sensaciones y al final dio con la respuesta, esa información