Antirracismo frente al odio 5p4u3x

Entonces, ¿cómo explicarnos, digamos, esta oleada de racismo? Si habéis leído un articulillo que presentamos ahí en la revista, que está mejor explicado ahí, Fascismo 2.0, algunos creemos que ese racismo que viene, viene de una estructura anterior, de una política que es la del fascismo.

Es un fascismo renovado 2.0.

Hay algunos especialistas, como Humberto Eco, que dicen que hay un fascismo eterno, que siempre ha existido y existirá.

Esperemos que no.

Pero sí piensa que históricamente hay unos ciclos que nos devuelven el fascismo al presente.

Pero más allá de lo académico que pueda ser determinar si hay un fascismo que vuelve, lo que sí podemos comprobar es que el auge de los partidos ultraderechistas, o de extrema derecha, o directamente fascistas o neofascistas, está a la orden del día.

Con la segunda llegada del gobierno de Trump lo vemos todavía más claro, pero aquí en Europa hemos ido viendo cómo hay un montón de partidos de estirpe fascista que están cogiendo fuerza, incluso están llegando a los gobiernos, incluso están gobernando países.

No es una fantasía, no es una amenaza, es una realidad.

La cuestión es qué puede explicar el que haya vuelto el fascismo.

Un fascismo como en los años 30, con características nuevas, pero básicamente con el mismo espíritu.

Haciendo un poco recopilación de lo que dicen algunos estudiosos, podríamos decir que efectivamente ha habido un fracaso de la globalización, lo cual nos ha hecho volver a un nacionalismo, a una autarquía, pues es una razón.

También la democracia formal que vivimos en Europa y en Occidente también ha fracasado, se ha convertido en un fiasco, la gente ya no confía en esa democracia.

Algunos creemos que hay unas razones de fondo que son todavía más importantes, que es lo que se llama el colapso ecosocial, que lo trae el calentamiento global, el agotamiento de las energías fósiles, las migraciones masivas, o sea, hay un contexto mundial que provoca esta incertidumbre y esta vuelta del fascismo.

Y lo que sí tenemos claro es que cuando el capitalismo entra en crisis, como creemos que está en este momento, siempre viene el guardián fascista a poner las cosas en orden.

Y esta es un poco su oportunidad.

Cuando fracasa la democracia, cuando fracasa el libre mercado, cuando fracasa, como estamos viendo todos los días con Trump, empieza a salir de nuevo el hocico del fascismo.

La cuestión es cómo hemos llegado a esta situación, no ha sido una cosa nueva, no ha sido una cosa inesperada, no ha sido una cosa de pocos días.

Si analizamos un poco una vuelta al pasado inmediato, vemos que en las últimas décadas ha habido un crecimiento sin límites, una degradación del sector público, una hiper tecnologización de la vida, que han degenerado creando una sociedad pasiva, individualista y consumista.

Y ante la situación que se ha creado, muchas veces en vez de confiar en las fuerzas sociales, en el diálogo, incluso en supuestas revoluciones, preferimos confiar en una especie de caudillo o líder que con unas propuestas muy sencillas y muy elementales y muy contundentes resuelva las situaciones en las que nos ha metido el capitalismo.

Por otra parte, este fascismo 2.0, que es del mismo estirpe que el fascismo histórico de los años 30, parece que tiene unas características nuevas, pero tampoco son tan nuevas.

Si analizamos un poco la historia, también tiene un ropaje democrático como en el fascismo de los años 30.

La propaganda ahora ya no es el cine o la radio, sino que es los medios digitales, lo que se llama la fachosfera, por ejemplo.

Y el imperialismo prepotente y belicista de aquella época vuelve, como lo estamos viendo en los últimos días.

En este contexto, la cuestión del racismo es absolutamente fundamental.

Hay una pregunta que a todos nos inquieta.

Nosotros que criticamos el capitalismo decimos por qué los capitalistas están contra las personas de otras naciones, de otras culturas, de otros colores y tal.

Decimos, parece mentira el capitalismo si lo que necesita es a estas personas son juzgadas para poder explotarlas.