869- La radio salvó a España del GRAN APAGÓN y del Mad Max 2x3l7

Al gran apagón está siguiendo un evento que ya apunté ayer, pero que me está dejando un tanto estupefacto. Da la sensación que la radio ha salvado a España. La radio se une a Lobezno, a Iron Man, al rey Juan Carlos. Ya sabéis, el rey Juan Carlos, que estaba junto a Bruce Willis en el rascacielos de la jungla de cristal, solo que era el congreso de los diputados, y con una metralladora, con un subfusil, paró ahí a Tejero y a las fuerzas de la Guardia Civil, que querían dar un golpe de estado en España.

Junto a ello y junto a todas las acciones de Thor, todas las acciones de Superman, todas las acciones de Batman, todas las acciones de el hombre araña, ya viene Ángels Barceló y el resto de grandes de la radio. O sea, la radio salvó ayer a España. Lo cierto es que la radio no llega al nivel de lo que está ocurriendo en la prensa impresa, que ya es un videoclub, o lo que está ocurriendo en las webs, donde prácticamente nadie lee, más allá de los titulares, como ha estado ocurrido siempre.

Pero había gente, digamos que las columnas tenían cierto prestigio, por ejemplo, las que cerraban el periódico El País y El Mundo, se solían ofrecer a periodistas o a firmas famosas, y al menos tenían relevancia. Hoy, creo que ni siquiera vale el peso de la relevancia que supuestamente tienen. Todo este intento de mecanismo para convertir la radio, hacerle una especie de torniquete y salvarla, parece casi humorístico.

Ya ni siquiera entro en el hecho de que en los últimos días hemos aprendido, nos han enseñado los mismos medios, nos han ofrecido esta información, de que El Grupo Prisa ha puesto precio a la web del país y a la parte impresa, 250 millones de euros, nada menos, y 500 millones a la cadena. O sea, es absolutamente disparatado el precio del periódico El País teniendo en cuenta los beneficios que tiene. 250 millones por unos beneficios absolutamente mínimos. Creo que la radio sí que no está tan mal como está la prensa empresa, pero está en una posición muy mala a mi modo de ver, al menos desde el punto de vista de ventaja competitiva, ventaja comparativa, e incluso diría, de calidad.

Es decir, ¿hay algo que ofrezca la radio tradicional que no ofrezca en general el podcasting? Y me da igual qué tipo de podcasting, me da igual que sea Villanueva, que sea César Vidal, etc. Da igual el tipo de ideología, es decir, el producto que ofrecen la mayor parte de mis horas es el mismo producto de hace muchísimos años, más de tres décadas, sin ningún tipo de ventaja que yo pueda entender, y el único valor que tiene la radio en sí, esto va a parecer un tanto más marxista, es imaginar que nos colocamos en el peor de los escenarios posibles, en el escenario de apagón extensible en el tiempo, pero mucho más de un día, sino muchos días, y no sólo apagón eléctrico, apagón de prácticamente cualquier tipo de infraestructuras, y entonces el que sirva de infraestructura redundante que ofrezca seguridad al sistema, que convierte al sistema en antifrágil, pero más que la calidad del producto que ofrece la radio en sí, es prácticamente, y de forma contraintuitiva, el hecho de que se trate de una tecnología anticuada, vamos a definirlo de esta manera, anticuada, que mediante, bueno, se puede decir mediante aparatos de radio que estén en los coches o aparatos de radio que vayan con pilas, que no necesiten estar conectados a la luz, básicamente a la electricidad.