40 - Una historia de Échale huevos 1wc37

Capítulo cuarenta una historia de échale huevos la pensión en la que me hospedé en almería no podía ser más tétrica y cutre era tan pequeña que apenas cabia la cama y una mesilla sin ventanas y con un olor a tabaco que echaba para atrás un zulo en toda regla aún no sé cómo demonios acepte dormir allí desee que pasara la noche che lo más rápido posible la mañana amaneció ventosa y lluviosa pero me importó poco con tal de salir de aquella prisión que yo voluntariamente había elegido mientras montaba el equipaje en la bicicleta en la calle un señor se paró a mi lado alemán preguntó vasco respondí le conté brevemente de don ande venía mi plan de viaje y todas esas cuestiones habituales entonces el hombre empezó a contarme la historia de su vida y resultó ser tan interesante que sin duda ninguna fue una gran compensación por mi mala noche la escribo más o menos la recuerdo pues yo también hice un recorrido largo hace ya mucho tiempo tenía quince años ha pasado mucha hambre y no había trabajo y vivíamos muy malas condiciones así que un día le dije a mi padre que me iba pero dónde vas ay alma de cántaro me diste mi padre y nueve más que un crío y que habíase morirme de hambre aquí ya me fuí metí cuatro atrapó en una mochila y malle caminando dirección norte hacia dónde me llevará al destino no veas qué hambre paseíllo comía lo que pillaban el camino fruta tomate y de lo que me ofrece a la gente un día tenía tanta hambre que creo que llevaba tres días sin comer que entre en una panadería y me daba tanto coraje roba que le di un mordisco un bollo demostrado isaí isaí corriendo es ahí pitando finalmente llega a la herida y después de mucho buscar conseguí un curro de ayudante en un taller mecánico lo apagaba mucho pero amena aprendí sobre el oficio y podía enviar go dinerito a casa en cuanto tuve raro suficiente cogí un autobús volví pensando que con mi conocimiento de mecánica sería fácil encontrar trabajo pero no fue así la cosa se guatemala así que sin pensarlo dos veces compré un billete solo tenía para ida y me fui a alemania como aún no era mayor de edad no me permitían trabajar en ningún sitio así que para sobrevivir me compré una guitarra con lo poco que me quedaba y me puse a tocar en la calle y no vea aquí yo la gente me llama moneda y moneda aquello funcionaba pronto empecé a conocer el idioma y ante interpreta medicación era alemán y la gente llama moneda que ante no me lo podía creer es una mina de oro gracias a eso pudo pagar el alquiler de un bonito apartamento y enviar más dinero a casa de puente la universidad y estudié matemática se me da bien la madre sabe que hillo por la tarde daba clases particulares de español y los fines de semana salía de fiesta siempre me llevaba alguna la cama uf novia tula alemana y yo dios sabe cómo pero entre tanta alemana me enamoré allí de una española me casé con ella y regresamos armería aquí yo era rey me compré un bebé descapotable y no veas como guardaba algo con el coche guillo todo el mundo me respetaba encontré trabajo de profesor de física y matemática y también daba clases particulares de alemán ahora jubilado tengo siete hijos tuyos kasai con piso al séptimo lo estoy ayudando ahora con la hipoteca porque se ha quedado sin trabajo y te asfixiaba la deuda está la cosa muy mal pero qué quiere que tenía y yo que me quiten lo bailao buena suerte y que tenga buen viaje y yo he escuchado infinidad de veces frases como qué envidia me das ojalá yo pudiera hacer lo mismo no creo que sea una cuestión de poder o no poder todo el mundo puede solo es cuestión de lo que cada cual esté dispuesto a sacrificar quien tenga un sueño encontrará la manera de hacerlo realidad aunque el camino no siempre será fácil muchas veces habrá que renunciar a otras cosas tener paciencia y sobre todo insisto renunciar a ciertas cosas para alcanzar un sueño no debería ser tan difícil todos somos capaces de conseguirlo