3x30 - I SAW THE DEVIL 3k4q65

He perdido la cabeza.

Eso me temo.

¿Estás loco, Majareta? Pero te diré un secreto.

Las mejores personas lo están.

Bienvenidos a Estación Caladán.

Bienvenidos y bienvenidas a un nuevo capítulo de Estación Caladán y hoy volvemos al camino del cine asiático para seguir repasando las películas que más nos atraen y que a nuestro juicio, equivocado o no, pues son las más interesantes.

Empezamos todo esto con Burning, continuamos con Hope, con The Wailing y con Hannabie. Y para este capítulo hemos escogido una película que tiene mucho más de lo que parece y que bajo la superficie de una historia violentísima y brutal se esconden temas que nos interesan y que nos obligan a sentarnos aquí. Y como está pasando en la mayor parte de este ciclo, pues vuelve a ser una película surcoreana.

Estoy hablando de I Saw the Devil, que ahora me dirá mi compañero, experto en idiomas y temas demoníacos, si más o menos lo he pronunciado bien. Darío Robles, querido, ¿cómo estás? Yo experto en que no se me corte la mayonesa. Siempre lo he dicho y siempre lo diré.

Pues sí, sí, efectivamente, es I Saw the Devil, ahora dicho en idiomas. No me preguntes cómo se dice en surcoreano porque me tendría que ir de aquí.

En cualquier caso, yo tengo que empezar dándote las gracias otra vez por la invitación.

Que me ha costado mucho aceptar porque, claro, es una película que detesto y que en fin, que no le tengo ningún cariño. Pero sí tengo que empezar diciendo que siento un poco de envidia del hecho de que te me hayas adelantado, porque eventualmente esta película habría acabado o probablemente acabará. Me entiendo que no le hacemos asco a repetir contenido en mi programa, porque es una de mis películas favoritas, sinceramente, porque tiene momentos de los que yo acuso algunas películas de no llegar y aquí llega.

Porque sin adelantar nada especialmente, pero el movimiento tentón de Aquiles para mí es algo especial y no es que yo sea una persona pendenciera ni tendenciosa, pero ¿qué quieres que te diga? Soy feliz, de alguna manera extraña, soy feliz.

Así que imagínate todos los agradecimientos que te debo, Juan.

Gracias a ti por estar aquí. Como siempre, ya sabéis que podéis encontrar a Dani en Los supervivientes del Indianápolis, haciendo un montón de cosas que luego, como siempre, al final del programa, pues veremos en qué está cada uno. Y para completar este trío memorable y totalmente esquizofrénico, Alejandro Contreras, de Psicología Blas.

Hola Juan, hola Dani, ¿cómo estáis? Pues yo encantado de estar también.

Para mí este ciclo está siendo un redescubrimiento del cine surcoreano, así que gracias por eso también. Y una buena historia de venganza, con lo que me gustan a mí las venganzas.

Con lo bueno que Alejandro, me cago en la E, ¿quién lo diría? Con la cara de bueno que tiene, tiene cara de buena persona. Nosotros ya estamos un poco más trillados, Dani, pero él tiene cara como de buena persona.

Sí, más mayor.

Nosotros estamos un poquito más jodidos ya.

Nada, bajo esta cara angelical, me gusta una buena historia de venganza y a sangre.

¿Qué hay? Hay de todo un poquito, así que hechas las presentaciones y dicho todo esto, poneos cómodos que vamos a caminar un poquito hacia la más profunda oscuridad, a ver si somos capaces de encontrar al diablo.

Vamos a empezar con lo fácil, si es que es fácil, dar unas impresiones.