
32x5. Cuento: La humildad de Isogai (Japón) 135s64
Descripción de 32x5. Cuento: La humildad de Isogai (Japón) 176m68
Si la semana pasada estábamos en Chipre, vamos a viajar 8515 kilómetros para llegar a Japón y conocer al picapedrero Isogai, que sueña con algo mejor. Por cierto, hace días que están desapareciendo bicicletas de nuestra escalera... pero no imaginarás quién nos está echando una mano para coger al ladrón. Ah, y adivinanzas, libros... 723m59
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Hola, muy buenas, bienvenidos al programa número treinta y dos o trigésimo segundo de la quinta temporada del podcast, tu podcast, cuentos del derecho y del revés, dentro música.
Y vamos a dar comienzo ya a nuestro programa número treinta y dos, que que son ya muchos los programas que hemos hecho, pero muchos han sido muchos los cuentos que hemos contado.
Pero ya también han sido muchos, muchísimos, los cuentos que hemos inventado desde que empezamos hasta ahora, son muchos los libros que os hemos propuesto que leáis, muchas las adivinanzas que os hemos propuesto para que acertéis, muchas las visitas que hemos recibido, muchas las sorpresas y mucho el tiempo que está tardando en presentarnos Juliánini, que se nos va a pasar el arroz.
Tú, Burete, de verdad que no cambiarás nunca. Toda la vida vas a ser así de impaciente. Es que, hijo mío, es que te pierdes las prisas y tú sabes lo que pierdes. Tú pierdes el tiempo que te pone a hablar, a hablar, a hablar y no tiene fin, hijo mío, pues queridos amigos y amigas, aquí tenemos ya a nuestro queridísimo pirata Burete.
Ya sabéis, un pirata que no necesita presentación. Hombre, hombre, tampoco soy yo tan famoso como para no necesitar presentación. No necesita presentación, no porque sea famoso, sino por impaciente. No necesita presentación porque se ha presentado solo, antes de que nadie diga nada.
Me has dejado chafado, Juliánini, me has dejado chafado. Pero no importa, porque yo soy impaciente como lo era mi padre y como lo era mi abuelo. ¿Y qué? Pues ¿sabes lo que te digo? Quien a lo suyo se parece, honra merece.
Y me parece a mí que el que habla y habla y habla y olvida cosas eres tú, Burete. ¿Ah, sí? ¿Soy yo? ¿Y qué se me ha olvidado? Pues, por ejemplo, ¿se te ha olvidado saludar a nuestros amigos y amigas que te pones a hablar y no les has saludado? ¡Madre mía, qué fallo! ¡Hola, un saludo enorme, pirata, para todos nuestros amigos y amigas! Me vais a perdonar, pero es que el Juliánini me ha ligado.
¡Claro, claro, claro, Burete, siempre la culpa de los demás! En fin, recibamos ahora con gran alegría a nuestra amiga la gallina Nati Kismikis.
¡Hola, hola y hola! Mando un gran abrazo a todos y a todas las que escuchan este programa. Seguro, seguro que tienen tantas ganas de escucharlo como yo de hacerlo.
No hay ninguna duda de eso, Nati, ninguna. Y seguro que de lo que tienen ganas también, y muchas, será de dar la bienvenida a nuestro amado perro Parkinson.
¡Hola, amigos! ¡Hola, amigas! Una semana más al pie del cañón para dar el callo, para dar el do de pecho, para ponernos las pilas, para no dejar piedra sin remover, para tirar la casa por la ventana.
¿Qué pasa, Parkinson? ¿Estaban de oferta la frase hecha o qué? No, no, no, no estaban de oferta, pero es que ¿sabes qué pasa? Es que me he emocionado, me he emocionado.
Bueno, tranquilos chicos, tranquilos. Tenemos que reconocer que estamos todos emocionados.
¡Qué raro! Juliánini estuvo desaparecido todo el programa pasado y no ha dicho nada al respecto.
Esto sí que es extraño. Juliánini no ha soltado prenda de lo de la semana pasada.
Míralo tú, míralo ahí, míralo al lado, ¿verdad? Por cierto, he cerrado la puerta de casa con su llave.
Me están mirando muy raro. Seguro que es porque están molestos conmigo por lo de la semana pasada.
Por eso, lo que vamos a hacer es intentar hacer un programita muy apañado.
¡Eso, eso, eso! Vamos a hacer un programita apañado y para eso tenemos que empezar sabiendo dónde nos vamos hoy.
Pues hoy, queridos amigos y amigas, nos vamos a ir de nuevo hasta Japón.
Ah, mira, sí me acuerdo yo que hemos estado allí en varias ocasiones a lo largo del programa.
Y yo también me acuerdo, también me acuerdo, Parkinson, y no voy presumiendo por ahí.
Ya, ya, ya, ya, ya. Bueno, ahora lo que me gustaría saber es qué datos nos va a dar Nati.
Bueno, pues tengo que deciros que he tenido que buscar y buscar y buscar, pero aquí los tengo.
Obtuve esta oreja, una oreja a cada lado de la cabeza.
Comentarios de 32x5. Cuento: La humildad de Isogai (Japón) 3v2i3t