24.2.2025 I puritani 5o6jk

Muy buenos días, tardes o noches a nuestros oyentes nacionales e internacionales dependiendo de cuándo y dónde se encuentren ustedes en el globo terráqueo. Estamos en la boca del lobo. Yo soy Aurelio Gutiérrez y esto es Perlas Líricas.

Amigos líricos, bienvenidos al programa 79º de Perlas Líricas, su programa de música eterna, anti-reggaetón y anti-música basura. Pueden escuchar este programa en primicia todos los lunes después de la tertulia y con posterioridad cuando lo subimos al canal Perlas Líricas de las plataformas Evox y Telegram, también a la cuenta de Twitter Aurelio Gabaldón y pueden suscribirse al canal de YouTube Aurelio Gabaldón y seguir la cuenta de Instagram Aurelio Gutiérrez Tenor.

La semana pasada escuchamos a Joan Sutherland, aunque ya le habíamos dedicado un programa, pero fue tan grande esta mujer que me apetecía volver a repetir programa para ella. El área que le escuchamos cantar, como saben, pertenece a la ópera I Puritani, Los puritanos, compuesta por Vincenzo Bellini con libreto de Carlo Peppoli y tiene tres actos. Se estrenó en París en el Teatro Italiano el 24 de enero de 1835 y en España se estrenó en Madrid en el Teatro de la Cruz el 26 de septiembre de 1836, teatro que desaparecería en 1859.

Estaba en la calle de la Cruz, entrando en la calle de la Cruz, viniendo de la plaza de Jacinto Benavente. Era un corral de comedias, como el corral de la Pacheca.

El caso es que Escocia estaba de moda en esa época, con sus brumas y castillos tenebrosos.

Otra ópera de este estilo es Lucia di Lammermoor de Gaetano Donizetti, pero en Los puritanos, la historia se sitúa en el momento en que Oliver Cromwell, personaje histórico nacido en 1599 y fallecido en 1658, había derrocado al último rey de la dinastía Estuardo, Carlos I, que había sido llevado al patíbulo, de manera que la trama es mezcla de drama romántico, intrigas y conflicto político.

En Escocia, los partidarios de Cromwell practicaban un protestantismo extremo, el puritanismo, parecido al calvinismo, y perseguían con ahínco a la reina Enriqueta de Francia y esposa de Carlos I y al hijo de esta, Carlos II. Rossini había aconsejado a Bellini que, puesto que iba a estrenar en París, cuidara al máximo la orquestación, ya que en París no bastaba con una hermosa melodía para agradar al público.

Bellini, un hombre inteligente, hizo caso de los consejos de Rossini e hizo un trabajo orquestal mucho más rico que en sus obras anteriores, sin renunciar a su predilección por las melodías sublimes que habían cautivado a todos los públicos de Europa, además de transformar en tres actos la ópera, que él había estructurado en principio en dos. Hay que observar que, además de las escenas de la locura de la soprano, el tenor tiene uno de los papeles más comprometidos que se han escrito para esa tesitura. Es una tesitura endiabladamente infernal. En esta ópera tenemos como personajes principales a Elvira, que es la hija de Lord Gualtier.