21. - ¿Cómo se desarrolla un discurso museístico? (con Sara de Artemision) 32l51

Muy buenas a todos, gente. ¿Qué tal? ¿Cómo estáis? Hoy último episodio de la temporada, un episodio bastante especial porque se ha hecho de rogar.

Porque, ya te digo, abril y mayo, entre vacaciones de Semana Santa y demás historias, pues ha habido ahí un pequeño parón, pero cerramos temporada con una invitada muy especial a la que me hace realmente ilusión presentar, que no sé si la conocéis, pero yo creo que sí, que es Sara, que seguramente la conoceréis más por su proyecto de divulgación cultural, Arte Misión.

Sara es licenciada en Historia del Arte por la UNED, tiene también varios máster, uno de Ciencias de Religiones por la Complutense y el de Crítica de Comunicación Cultural por la Universidad de Alcalá, y además es comisaria del colectivo CORA. Así que, bueno, bienvenida.

¡Jo, bien hallada! Encantada de estar aquí contigo, Adri.

La verdad que me hace ilusión, no voy a mentir.

A mí también.

Que estés aquí, llevaba ya un tiempo pensando, digo, tengo que llamarla, que si no se me va a echar el tiempo encima.

Y, bueno, hoy, lo habréis visto en redes, hoy vamos a hablar de museos, pero no vamos a hablar solo de museos de, bueno, pues a ver cuál nos gusta más, sino vamos a hablar de museos en el sentido, pues su historia, tanto de sus inicios como a lo que son ahora esas grandes instituciones o centros privados, luego ya entraremos un poco más en detalle.

Esos museos como espacios ideológicos, que cuando vamos a un museo tenemos que preguntarnos por qué nos enseñan cada cosa, por qué están las cosas, dónde están y a ver qué nos quieren decir.

Y luego, pues bueno, teniendo a Sara, pues lógicamente hablaremos un poco de su experiencia personal, tanto comisariando exposiciones como su trabajo del día a día y demás.

Así que yo creo que hoy el programa por lo menos completito es.

Sí, lo va a ser.

Así que nada, empezamos un poquito para que la gente también entre en contexto.

A ver, historia de los museos, un poco general.

¿Cómo podemos contextualizar esto? Porque claro, el Prado no está ahí desde el inicio de los tiempos, o sea, no estaba el astrolópitecus yendo al Prado.

O sea que, a ver, ¿cómo empieza esto? ¿Qué podemos entender como historia de los museos? Claro, a ver, lo primero yo creo que es hacer una pregunta a la gente que nos esté escuchando, que se la respondan interiormente mientras hablamos, que es ¿qué piensan ellos que es un museo? ¿Cómo lo definirían? Hay una definición más o menos universalmente aceptada, que es la del ICOM.

El ICOM, una de las cosas que subraya es que los museos son instituciones que tienen funciones diversas.

Una función no solo de exponer los bienes o los objetos culturales, sino de adquirirlos, conservarlos, investigar también en torno a ellos y establecer un plan de comunicación para, de alguna manera, difundir conocimiento a través de esos objetos.

Entonces, cuando vamos a un museo no es que simplemente haya cosas expuestas, sino que hay una serie de funciones que está cumpliendo la institución por detrás.

Y luego, por supuesto, pasarlo bien y disfrutar simplemente de la estética.

A los museos cada uno accede como le da la gana.

Para hablar de las instituciones museísticas como tal, pues tendríamos que remontarnos un poco a la historia del coleccionismo en sí mismo, porque, por ejemplo, los museos occidentales o los museos de Europa Occidental realmente hunden sus raíces en el coleccionismo, sobre todo renacentista.

Entonces, sin coleccionismo no se pueden entender los museos.

Esa sería la segunda cosa en la que yo incidiría un poco.

Y luego también entender que, de esto ya hablaremos más tarde, que los museos no son lugares neutros, sino que son espacios discursivos, espacios donde se desarrollan ciertas ideologías.

Entonces, si quieres, empezamos hablando un poquito de los albores del coleccionismo y a partir de ahí vamos tirando el hilo para que la gente lo vaya entendiendo.

La segunda definición que yo daría, por centrar los ejes, es que es una colección en sí misma.

Porque, claro, hoy en día uno en su casa puede coleccionar lo que quiera, ¿no? Funcos, por ejemplo.

Pero una colección, a ver, pues son una agrupación o un conjunto de objetos que tienen una protección especial, porque se han considerado que esos objetos son importantes por el motivo que sea, ¿vale? Es importante destacar que las colecciones, cuando coleccionamos, generalmente el fin comercial no suele ser el que más destaque, sino que lo más importante es que son objetos que quieren ser expuestos a la mirada del ser humano en sí misma.

Pero, bueno, luego la historia del coleccionismo también es la historia del mercado del arte, de los intereses, de los intereses de la gente.