2 - Robert Martinez TV - ¿Cómo hacer un decreto? 4j5k5p

Hoy vamos a hablar de lo que es un decreto, cuál es el marco teórico en el cual se encuadra
y cuáles pueden ser las formas o fórmulas para llevarlo a cabo con la máxima efectividad
posible.
El decreto es una forma de focalizar nuestra intención y nuestra voluntad, es una manera
de dar cauce a todos los deseos que hay en nuestro interior y que confluyan en un punto
focal.
Ese es el objetivo, entonces hay que darle una serie de instrucciones a nuestra psique,
a nuestra realidad, para que luego puedan empezar a ejecutarse en los diferentes planos.
Ahora voy a poner un poco el marco teórico para que se entienda, primero, por qué esto
tiene un sentido y por qué esto funciona.
Lo primero que hay que aceptar como premisa, no vamos ahora a argumentarla al 100%, es
que vivimos en un campo etérico, en un campo de energía absolutamente permeable y que
nuestro cuerpo biológico también emana al mismo tiempo lo que llamamos un campo energético.
Un campo energético en el cual se resumen nuestros pensamientos, nuestro estado emocional,
nuestro estado fisiológico y está representando y reaccionando a todos los cambios que hay
en nuestra estructura psíquica y fisiológica.
Por lo tanto, si yo cambio mis pensamientos, mi campo energético cambia de forma correlativa.
Si cambio mis emociones, también cambia mi estado energético.
Por eso las expresiones informales como la buena onda o mala onda, buena vibra o mala
vibra, hablan precisamente de ese campo energético que todos captamos desde nuestros aparatos
subjetivos, desde nuestra percepción subjetiva, desde nuestra sensibilidad, captamos ese campo
energético en forma de emociones o de pensamientos.
No es que esto me da mal rollo o buena espina o mala espina, estamos constantemente apelando
a las percepciones emocionales que se refieren a lo que acontece en ese campo energético.
La cuestión es que este campo energético, al estar conectado a un campo etérico global
y también puede conectar con el campo energético de los demás, por eso hay gente que me gusta
más, me gusta menos, que la siento más amenazante o menos, todo eso se puede notar, aparte de
todas las interferencias que hay en todo ese campo.
Si yo doy instrucciones a ese campo etérico, si yo doy instrucciones muy conscientes y voluntarias,
yo voy a poder empezar a atraer algo, si decreto, si ordeno a mi realidad, a todo ese campo,
que yo quiero esto, digo por favor, quiero limones, quiero naranjas, quiero peras, quiero
frutas de algún tipo, según lo que yo pida voy a empezar a dirigirme hacia ello y también
voy a empezar a atraerlo, pero voy a tener que darle esas instrucciones y lo que ocurre
es que por defecto nuestro campo energético ya está dando instrucciones, lo que ocurre
es que instrucciones muy divergentes, estoy disparando en muchas direcciones, muchas de
las cuales son contradictorias entre sí, primero tengo que lidiar con las emanaciones
que mi campo energético genera de manera mecánica e inconsciente por mi transgeneracional,
es decir, por todo el linaje de mis ancestros, todo lo que llevo en los genes y que han depositado
mis ancestros sobre mí, agrégale karma, agrégale pactos de destino, agrégale misión
de vida, agrégale y súmale todo el tipo de condicionamiento cultural y familiar, proyecciones
que unos te meten en forma de presión, en forma de castigo, en forma de premio, de tienes
que estudiar esto, tienes que estudiar lo otro, no hagas esto o haz esto, todo esto son
presiones que hay en nuestro campo energético que condicionan y vician nuestra voluntad,
además todos los traumas que tenemos agregados en base a creencias limitantes y lecturas
pobres y adaptativas que hicimos en su día, pues si de pequeño un niño que apestaba
chorizo me pegaba, pues hay un momento que asoció el chorizo al peligro, pues eso es
un anudamiento básico de supervivencia que crea tu psique que luego vas repitiendo de
manera mecánica, pues hay que partir de la base que tenemos todo ese condicionamiento
en forma de mezcolanza, está todo muy imbricado, todo muy mezclado y hay que partir de la base
de que esa es nuestra posición por defecto, con lo cual si yo no decreto nada, claro que
voy a estar atrayendo eventos y sucesos sin parar, un día haremos un directo o un vídeo
explicando toda la casuística que he podido desarrollar hasta este momento sobre por qué
atraemos lo que atraemos, porque tiene muchísimas y muchísimas capas de complejidad, precisamente
por todo lo antes dicho que es apenas la punta del iceberg. Sea como sea, cuando nosotros
decretamos lo que estamos es intentando unificar todos esos deseos, porque lo fácil es que
unos deseos que tenemos, incluso conscientemente, unos choquen con otros.