2.01_Diego Avilés, sin titulares cuando se muestra el alma. 3d1j2l

Etiquetas y a lo loco con Laura Galo, un podcast sobre salud emocional con el que romper barreras.

Yo soy Laura Galo y os mostraré en esta segunda temporada quién hay detrás de todas las etiquetas de nuestros invitados. Así que allá vamos. Buenas tardes, empezamos la segunda temporada de Etiquetas y a lo loco. Hemos tardado un poquito porque soy un poquito cabezona y quería empezar esta temporada con Diego Avilés, concejal de Cultura, y nos ha costado como tres meses llegar aquí a casa.

Bienvenido a mi casa, bienvenido a Etiquetas y a lo loco y espero que disfrutes.

Nunca es tarde si la dichas buena. La verdad es que ha costado un poco, pero te pido perdón porque esto es de nuestras agendas y nuestras locuras y más en este tiempo de vísperas, de fiestas de primavera, de Semana Santa, pero bueno al final aquí estamos en un día lluvioso además maravilloso porque me encanta la lluvia, me relaja mucho, así que encantado de estar aquí contigo un ratico. Pues mil gracias por tu generosidad porque estando en esta situación, es verdad que eso, ponte cómodo, tú como en casa, ¿sabes? Tú como en casa.

Y bueno, te voy a empezar haciendo la pregunta que le hago a todos del mundo. Y es que ¿qué etiqueta crees que de la infancia te sigue a día de hoy pesando, la sigue manteniendo o te ha marcado a día de hoy a la persona que eres? Pues a ver, bueno antes de nada, creo que corresponde darte la gracia y la enhorabuena por invitarme y la enhorabuena por el programa, por el podcast. Porque es una manera de hablar sin ningún tipo de tapujo sobre la vida personal de cada uno y eso se agradece, se agradece porque aprendes mucho como espectador, pero también estando aquí sentado a otro lado e intentando hablar sin ningún tipo de límite.

Esa etiqueta que a mí me ha acompañado siempre, posiblemente si podemos categorizarla así como a lo mejor lo que ha podido guiar mi vida en muchos aspectos por una cuestión muy concreta, como eso de la etiqueta, pues podría ser porque yo siempre he sido el pequeño. Pero el pequeño en todo, es decir, siempre he sido el pequeño en mi familia porque he sido el menor de cuatro hermanos, he sido el menor de toda mi familia en cuanto a primo, tanto por el apellido Abilex como por el apellido Correa. Siempre he sido el pequeñito en el cole, siempre he sido el pequeñito en todos mis ámbitos y posiblemente eso a veces que me haya llegado incluso a crear un complejo como de inferioridad, el siempre verte por debajo del resto. Y eso pues posiblemente ha sido lo que más me ha marcado en todo, el intentar.

Luego yo lo analizo con el tiempo a la que ya sea mayor y que ya no siento ese complejo de inferioridad y no me siento tan pequeño, pero sí que lo pienso y digo a lo mejor por eso, por el hecho de que yo me sintiera pequeño o tuviese ese complejo de inferioridad, intentaba ser bueno en el cole, porque era una manera de destacar de otra manera. O intentaba sacar mejores notas o intentaba ser o desarrollar ese espíritu emprendedor que siempre he tenido. Como destacar de otra manera, ya que al menos físicamente no podía porque siempre he sido el pequeñito en todos los aspectos, como decía, pues destacar y darme a notar de otra manera. Entonces creo que esa ha sido la etiqueta que me ha marcado siempre y que me ha llevado siempre, que incluso a día de hoy sigue siendo el comentario de la gracia de mucha gente. Venga, sí tú, quítate la tele, ponte delante, que no se te ve.

Y al final, aunque hoy día sí que es cierto que no me hace daño ni nada de eso, pero en sus tiempos incluso me acuerdo que me obsesionó tanto que incluso mis padres me llevaron al endocrino a hacerme pruebas de crecimiento, porque claro, yo era el más bajito de clase, eso me hacía diferente a los demás, me hacía un poco inferior, me acomplejaba, me hacía estar un poco entrometido a mi propia forma de ser, no exteriorizaba, y entonces yo creo que eso ha sido un poco a lo mejor la etiqueta y a lo mejor el nexo de muchas cosas, que hoy pueden dar explicación a muchas otras cosas. Sí, así es, es decir, sé por lo que hablas, a mi madre me llevó porque mi hermano tuvo déficit de la hormona del crecimiento y a mí ya cuando me llevaron era tarde, y dijo, bueno, se puede operar y se cuesta no sé qué, y dije, bueno, tampoco, tampoco el complejo es tan grande.

A mí me dijeron directamente que no tenía ningún tipo de problema, sino simplemente que mis padres son bajitos y mi familia son todos bajitos, pues yo obviamente por herencia y por genes iba a ser bajito, entonces, pero claro, fue hasta ese extremo de inferioridad y de complejo que pues que hacía que yo algún día llegase llorando a casa por algún comentario de un compañero, y al final acababan mis padres incluso diciendo, bueno, vamos a hacerle las pruebas, a ver si es verdad que está por debajo de la media o lo que sea, y efectivamente lo estaba, pero porque además hay otra cosa, es que yo no crecí, yo no era el típico estirón que se da en verano, yo me acuerdo que todos los veranos cuando llegábamos del cole, mis amigos me dirían metro 70, metro 75, metro 80, yo fui creciendo muy poquito a poco, posiblemente más tiempo, pero muy poquito a poco, que también fue un poco lo que me dijo el endocrino, entonces, bueno, pues en definitiva creo que ha sido un poco eso, y me dices que tú también sabías de lo que te hablo. Sí, claro, con un metro 52, sí.