17.2.2025 Joan Sutherland - "Qui la voce" 4e332v

Buenos días, tardes o noches a nuestros oyentes nacionales e internacionales, dependiendo de cuándo y dónde se encuentren ustedes en el globo terráqueo. Estamos en la boca del lobo, yo soy Aurelio Gutiérrez y esto es Perlas Líricas.

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Hoy hablaremos de otra gran soprano histórica, una dama del canto, como decía Alfredo Krauss, que decía que tenía un maravilloso instrumento vocal, Joan Sutherland, conocida como La Estupenda.

Nació el 7 de noviembre de 1926 en Sydney, Nueva Gales del Sur, en Australia, y falleció el 10 de octubre de 2010 en Les Havans, en Suiza, a los 83 años de edad. Estuvo considerada como la soprano de coloratura más importante del siglo XX. ¿Y qué es una soprano de coloratura?, se preguntarán ustedes. Pues es una soprano que tiene una gran agilidad como característica vocal que sobresale por encima de sus otras cualidades vocales. La coloratura, perdón, es esa sucesión de notas muy juntitas, muy juntitas y rápidas, esos trinos, esos gorgoritos como coloquialmente se dice, y que suelen ser corcheas, que se emiten con gran agilidad, velocidad, precisión y claridad, y que requieren de un gran virtuosismo.

Es una especialidad vocal, se nace con ello, pero también se trabaja, se moldea. Lo mismo pasa en las voces de tenor con las coloraturas, por ejemplo. John Alston Sutherland, que era su nombre completo, era hija de William Sutherland y su segunda esposa Muriel, una cantante, una mezzo-soprano cuya timidez le impidió cantar profesionalmente. John Sutherland asistió a la escuela St. Catherine's School y comenzó a aprender a cantar imitando a su madre, con la que también estudió piano, hasta que en 1946 ganó un concurso de canto. Participó en otros dos, en 1949 y 1950, y así comenzó a estudiar canto con John y Aida Dickens.

Fueron ellos, precisamente, quienes la convencieron de que su voz era adecuada para una soprano dramática. Hizo su debut como cantante en el papel de Dido, en una interpretación en concierto de Dido y Eneas, de Henry Purcell, en Sydney, en 1947, y su debut operístico en el papel principal de Judith de Sir Eugène Goossens, en 1951. Los premios en efectivo de esos concursos de canto le permitieron mudarse a Londres y comenzar a estudiar con Cliff Carey en el Royal College of Music.

Pero irrumpió en la escena a lo grande tras su interpretación de Lucia, Lucia de Lammermoor, y los periódicos de todo el mundo le dieron ahí el apodo de La Estupenda. Famosa por su voz melosa, Johan Sutherland se enfrentó a algunas críticas por su falta de dicción, que se esforzó por corregir con aparente éxito. Entre los numerosos premios que recibió, Sutherland