129 Alistamiento en el Alto Imperio II 226so

¿Te apasiona la historia de la antigua Roma? Sumérgete en el pasado y viaja la época de los emperadores, los gladiadores, los esclavos, los hombres y las mujeres. Descubre cómo era la vida cotidiana, las creencias, la religión, la cultura y mucho más.

Bienvenida, bienvenidos a lignum en Roma. Bienvenida, bienvenidos amigos del Mediterráneo. Salwete lignum maniacos y salwete amigos también de la taberna de Castor y Pollux. Bien es cierto, bien es cierto que no estamos ninguno de los dos en nuestros respectivos hogares porque como en el último programa del alistamiento 1 pues evidentemente pues elegimos a unos tirones, le hicimos la probatio, hicieron o no el sacramentum y ahora pues los hemos acompañado.

Yo sé que ahora Castor me lo dirá, que se ha quedado con parte del dinero porque él sabía el camino y evidentemente pues les ha buscado posadas baratas a cambio de una pequeña propina. ¿Cómo estás Castor? Muy bien Ángel, pues aquí acompañando a los tirones a su nuevo destino, lo que va a ser su vida durante los próximos 20 años, que hasta ahora tienen que aguantar 20 años aquí sirviendo a las águilas y bueno y referente a lo que has dicho del dinero, claro, a ver, ya que me he tomado la molestia y el esfuerzo de encontrar una posada barata, buena y a buen precio, pues qué menos que quedarme una pequeña comisión para cubrir gastos extraordinarios, ¿me entiendes? Sí, sí, te entiendo perfectamente, yo lo he dicho más de una vez. Lo que pasa es que ahora casualmente has sido tú.

Estamos ahora mismo en el vicus militar, o sea, en esas casas que se formaban alrededor del campamento. En este caso, siempre empieza como si se llama canabae, cabañas, cabana, empieza como cabañas y luego pues se va haciendo evidentemente pues una ciudad con todos los lujos, entre comillas, lujos en esta época del alto imperio.

En este caso, el castra Legionis, que es el castra de la séptima gémina, pues es donde hemos venido. Estamos descansando en este vicus militar, que está justo abajo, la parte sur del campamento y ahora vamos a entrar en este campamento. Yo voy a entrar por la puerta principal y sinistra, porque es la que está más cercana. Como tengo puerto de militar y te acompaño, Castro, ya sabes que nos van a dejar entrar.

O sea, los militares nos conocemos en sí. Por la forma de andar, por la forma que se levanta el polvo cuando andamos, ya sabes que somos militares. En tu caso, no eres militar, o sí, ya hablaremos de todos esos proyectos que tienes. Pero bueno, entramos, accedemos a través de la vía principal y nos vamos a acercar hasta el principio, que es el cuartel general.

Y aquí en el principio, en el cuartel general, hay un foro, hay un patio grande, le llamamos foro, porque realmente es un patio grande y allí van a empezar a formar los tirones. Hay un centurión chusquero que los va a poner finos. El primer día ya los va a coger. Me da miedo solo de verlo y yo no voy a hacer la instrucción.

El contraste tiene que ser bastante potente, de salir de tu ciudad, de tu, entre comillas, tu área de confort o de tu granja, después de estar toda tu vida viviendo con tus padres, labrando la tierra o llevando al ganado, pastoreando a las ovejas. Pues claro, se encuentran aquí a este señor lleno de cicatrices con más condecoraciones que el capitán trueno, como decimos hoy en día. Pues tiene que ser una imagen bastante poderosa.

Tiene siete faralaes, que son las medallas, los oyentes no sé si lo saben, pero ahora los generales modernos tienen unas pequeñitas medallas que se ponen 14, aquí porque tienen el lado del corazón. Los romanos lo hacían todo lo grande. Estamos hablando de unas medallas de una mano, de grande, o sea, un buen círculo. Si se cae una farala, una farala de estas salpietas, hacen daño.

Pues sí, él se ha puesto con sus faralaes para presumir. Ya les ha dicho, ya les ha dicho, que el hospital está cerca. El hospital está a 100 metros solo. Solo hay que ir la vía prehistoria hacia el norte y se encuentran al hospital.

Así que,