1. Capítulo I 95a50

No se oye la música, Manu.

Vemos una imagen aérea del lago Pontchartrain y un plano amplio de lo que es el skyline de Nueva Orleans, mientras esa cámara o esa visión, por decirlo así, se adentra entre los callejones del barrio fancé, todos los antros infectos, todos los clubes de jazz, las sensaciones de gente rica, y va derivando hacia una zona un tanto más alejada y más pobre del barrio. Y vemos un edificio de apartamentos bastante desvestijado, tiene pinta de ser típico barrio pobre de casa trabajadora, y vemos una ventana en la que se ve la luz como si alguien estuviese trabajando.

La cámara entra por la ventana y ahí podemos ver de espaldas a un hombre con una camiseta blanca de tirantas bastante manchada de lo que parece pintura y unos pantalones vaqueros desgastados. Es concretamente este hombre. Uf, lo he puesto muy grande, como siempre. Este hombre es quien está pintando, ¿no? Le veis su cara porque de vez en cuando mira como hacia el lado, como si estuviera buscando a alguien, escuchando algo, o una voz que solo escucha a él, ¿no? Y entonces veis que tiene un corte longitudinal en la cara interna del brazo izquierdo, que se ve manchado de sangre, y en la mano derecha lleva un pincel porque está mojando en esa sangre mientras está pintando algo que no se ve.

Y entonces se para con estos tres gestos como si lo encontrara bien, y de repente se deforma como una expresión de terror y literalmente explota en llamas tan rápido y tan fuerte que no da tiempo ni de gritar. Solo veis la figura quemada que se encoge por la temperatura, paralizada en un rictus, como si intentara gritar con una voz que ya no tiene. Muy buenas noches, pitmaníacos.

Una vez más, aquí estamos, parte de los sospechosos habituales, para comenzar la nueva parte de la crónica de Nueva Orleans, Trabajos de Hemos Perdidos. Aquí, como siempre, estamos, mucho antes parte de los sospechosos habituales, tenemos a Manu encarnando a Rafi, el Nosferatu. Muy buenas, pues aquí estamos otra vez, en la piel de este personaje que hacía mogollón, que no interpretaba. Lo hablábamos el otro día. Y con él también tenemos a Betsy, la Toreador.

¿Qué tal, Ponte? ¿Cómo estamos? Bueno, chones. Luego continuamos con el Tito Samuel, este gangrel llevado por Roland. ¿Qué tal? ¿Preparado? Está desmuteado. Ahora a ti mejor, que puedo hablar.

Bien, bien, Agustín, como siempre, con ganas. Muy bien, muy bien. Y por último, a Epiphany Plant Food, encantada por Sergio.

¿Qué tal, Sergio? Pues muy bien. Listo para empezar estos trabajos. No me libro de trabajar yo, ni de descansar. Claro, hombre, no podemos hacer que la gente tenga una jubilación eterna, hombre. ¿Dónde vamos a parar? Bien, para empezar, vamos a quitar un pequeño paso mecánico de en medio, ¿vale? Tire un dado de 10 cada uno en la zona de abajo.