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Audiolibro "Una Vuelta y un Después"
09 - ¡Malditos pinchazos!

09 - ¡Malditos pinchazos! 5023z

5/4/2024 · 04:34
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Audiolibro "Una Vuelta y un Después"

Descripción de 09 - ¡Malditos pinchazos! 736f1y

Seguimos en Cataluña De la lluvia es fácil librarse si la ves venir a tiempo. No ocurre lo mismo con los pinchazos. Que parecen dictados por el destino cuando uno menos se lo espera. Menos mal que el sentido del humor airea cualquier ápice de tensión y anima a encontrar la solución. Pero ¡cuidado! porque esta vez un PINCHAZO muy diferente puede llevar al traste la aventura. --------- Libro en formato papel o formato electrónico en: biciruling.com La aventura continúa.💙 Para todo lo demás, biterkás. 1z3611

Lee el podcast de 09 - ¡Malditos pinchazos!

Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.

Capítulo nueve pinchazos que se contagian por la mañana me entretuve charlando con una pareja ciclista que también había pasado la noche en el albergue de tu vicent no habían hecho buenas migas con la diosa fortuna pues habían pinchado sin haber tocado aún el asfalto nos acompañamos durante cinco kilómetros hasta cornellana y como la pendiente era sólo del dos por ciento pudimos seguir platicando cómodamente al ritmo de los pedales cuando aquella pareja lanzó al aire la pregunta hacete pt mi amigo fog que viajaba también con nosotros sacó el cronómetro me miró con los ojos bien abiertos alzando las cejas como diciendo a ver qué respondes y después señaló con el dedo índice el cartelito de ochenta días yo respondí como fog desea ava y obviamente la pareja río como él esperaba imagine que la diosa fortuna seguía malhumorada porque a los pocos kilómetros de haberme despedido de aquella pareja la tricky pincho el problema no fuese sino que el grosor de la válvula de mis cámaras de repuesto no era compatible con el agujero de la llanta pero eso ya no era culpa de la diosa fortuna sino un despiste en los preparativos del viaje que por suerte pude solventar arreglando el pinchazo con un parche al día siguiente en la seu d urgell compré dos cámaras nuevas que estrené nada más salir al comprobar que el pinchazo del día anterior era padre de familia numerosa recorrí los dos kilómetros de la carretera nacional doscientos sesenta que van desde la sede urgell hasta el desvío a castelnau por un arte en estrecho con gravilla suelta arenilla y cristales no se podía añadir más ingredientes a un artem prueba cubiertas de repente un tráiler pegó un campeonato al pasar a mi lado y el corazón casi me salió por la boca levante el brazo en señal de enfado y casi antes de bajarlo el conductor me respondió con otro claxon sonado aún más fuerte pero será cabronazo el tío maldije entonces lo vi parar a unos treinta metros delante de mí los coches que venían detrás tuvieron que frenar bruscamente y a punto estuvo de liarse una gorda papá papá el hombre bajó del camión y empezó a gritar agitando los brazos mientras se dirigía hacia mí yo no entendía nada de lo que decía hasta que al acercarme un poco más conseguí oírle mejor se te ha caído algo rojo allí eché la vista atrás y efectivamente en medio de la ya hacia mi chaqueta antiviento que se había sol estado de la correa de la alforja trasera gracias grité levantando el brazo en medio de la fila de coches que se había formado aunque no entendía el motivo por un momento pensé que íbamos a tener una buena bronca y sin embargo aquel hombre aunque su frenada fue un poco temeraria había evitado que mi lista de despiste se incrementará de acaso estaban haciendo mi estrella de viajero sin duda alguna aún tenía mucho que aprender durante el viaje la ascensión hasta sant joan de leer prometía ser larga y dura por eso no pise el pedal a fondo en ningún momento el cielo estaba despejado y la temperatura era agradable merecía la pena subir tranquilo y disfrutar de las vistas después de media hora de ascensión las gotas de sudor y las moscas decidieron que mi cara era un sitio estupendo para pa pasear el cosquilleo de unas y otras sobre la piel era tan parecido que intentaba aliviarlo soltando manotazos a diestro y siniestro sin saber con exactitud si lo que golpeaba era gota o mosca dicen que una mosca no te puedes seguir si vas a más de veinte kilómetros por hora ahí descubrir lo cierto de esa teoría porque no me dejaron en paz durante toda la subida mientras pedaleaba y me abofeteaba a la vez sentí un pinchazo en el muslo derecho a al principio no le di importancia pero al cabo de un kilómetro del dolor se agudiza ahora era yo el que pinchaba y no la tracy esto se contagia pensé me puse un vendaje compresivo pero no redujo el dolor para no agravar más la lesión subía a pie los cinco kilómetros que faltaban hasta la cima afortunadamente arriba encontré el refugio de la maceta mi salvación decir hedy quedarme allí y descansar con la esperanza de que al día siguiente la epidemia de pinchazos desapareciera por completo

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