05. El equilibrio interior (Capítulo 1, para 8) 3j6qp

Número ocho templanza es más que auto dominio ama y haz lo que quieras nota a pie de página se dice que empleamos la palabra auto dominio o autocontrol en ese sentido preciso de dominar o controlar externamente las pasiones ordenadas por medio de una fuerte voluntad que la resista impidiéndole desarrollarse en la conducta en realidad este es el concepto clásico de contingencia tal y como lo usan por ejemplo aristóteles y tomás de aquino pero no en pelea haremos este término por haber adquirido otro significado más frecuentes nuestros días ajeno a esta idea que recoge parcialmente el diccionario en su prima excepción abstinencia sexual la primera acepción sería más cercana aunque todavía en completa a nuestro sentido moderación de las pasiones o sentimientos diccionario de la lengua española veinti edición vigésimo segunda de dos mil uno seguimos con el punto número ocho templanza es más que auto dominio ama y haz lo que quieras en nuestros días está muy extendida la idea propia de la mentalidad cantizano que identifica la virtud de la templanza con el esfuerzo que supone el dominio de sí mismo en el origen de esta confusión se esconde una incorrecta comprensión de la templanza a la que se confunde con el auto dominio o autocontrol el auto dominio es bajo cierto punto de vista una especie de templanza imperfecta hace que el hombre resista a los deseos y plazos y placeres desordenados es decir contrarios al orden de la razón del apetito sensible que se dan en él con fuerza conviene mencionar que cabe un sentido de auto dominio com virtud general que es capaz capaz de decir no desde la voluntad a las solicitaciones de múltiples espaciales y no sólo las sensibles por ejemplo algunas pasiones de ánimo como la ira o incluso pasiones intelectuales el que vive la auto dominio resiste sí pero los deseos desordenados están ahí resiste por las razones que tiene y es la voluntad la que resiste elige no seguir esos deseos desordenados lo cual ya es algo la voluntad se enfrenta la apetito sensible y lo frena desde fuera ahora bien si lo que le atrae no estuviese prohibido ni nadie le observarse si no se deriva se ha en consecuencias negativas indudablemente los realizaría pues es lo que desea en realidad dentro del hombre con dominio de sí pero no temblado con viven dos enemigos mutuos el apellido sensible desordenado ha habido de placer y la voluntad ordenada por la razón el apetito por ejemplo dice deseo otra copa deseo enrollar me con esa chica o deseo comerme un coco lucho de churros y la voluntad dice no ya has bebido bastante mañana te dolerá la cabeza o bien no seas animal que va a pensar la chica o la gente o bien no porque no quiero engordar pero ojalá pudiera cuando la voluntad venza esa atención interior entre la efectividad los deseos de placer y la razón es percibida interiormente como una fractura como una falta de libertad por tanto el auto dominio tiene algunas cualidades de la abiertos en cuanto reafirma la razón contra las pasiones desordenados pero muestra cierta imperfección ya que no impide como hace la verdadera templanza que se levanten esas pacientes contrarias a la razón volviendo a los ejemplos anteriores la templanza suponiendo que fuera perfecta no contestaría esas demandas del apetito sensible con razones sencillamente porque no habría demandas irracionales a las que oponerse el auto dominio frena desde desde fuera domina con violencia con violencia la templanza frena desde dentro sin violencia si nos fijamos bien en el auto dominio la fuerza de la razón llega menos lejos que la templanza no pasa de la voluntad se queda en ella y no llega a penetrar el apetito sensible haciéndolo en sí mismo razonable ordena el apetito desde fuera ya la fuerza que es tanto