02x01 - Especial Terror 1m4m2a

Hola soy sarah connor si estás escuchando esto ha sintonizado el ciento dos punto uno de radio la granja desde la trastienda estamos encantados de lamer con nuestros hercios vuestros huesecillos tim pánicos bueno un día más un día menos aquí en riguroso diferido un programa más de la trastienda esperamos entreteneros casi una hora y si no pues un poquitín menos y hoy haremos el especial cómo no del día de los difuntos ayer fue la noche de los difuntos noche de los muertos halloween como queráis llamarlo en algunas zonas del norte se llama samaín en galicia y por ahí pues es un un nombre recuperado de la tradición celta y pues eso por allí se celebra el magosto en otras zonas se celebra la castanyada que es pues a estar alrededor de una hoguera a asar castañas y y beber básicamente en principio esto por lo que he leído que tampoco estoy muy ducha en esto es una una tradición como de vigilia para estar toda la noche despierto y en su momento pues era rezar a los muertos y en algunos lugares también se ponían velas en las ventanas para que los muertos las almas de los muertos no se perdieran o pudieran reconocer sus casas y hoy en de cosecha propia os voy a contar una historia y así empieza enciendan una hoguera imaginaria hace unas castañas si tienen y cuezan unas peras con mi divino esperen tengan paciencia á los manjares no se les ha no se les mete prisa ahora siéntense cómodamente y mientras toman un vino con miel y peras intenten summer irse en este cuento aquella gélida mañana un sudor frío me despertó sueños intermitentes desasosegados la cama totalmente revuelta cosa poco habitual en mí gire la llave de la lámpara una sensación de asco me invadió el preciado aceite de ballena se había derramado por el extremo de la espita gringo mis dedos del líquido viscoso y maloliente los últimos rescoldos de la chimenea perdió su brillo bajo el inminente amanecer casi atentas me dirigí hacia la cómoda allí reposaba el hermoso espejo de plata que ella se encontraba en la casa cuando mi padre adquirió la propiedad el objeto de vanidad me devolvió una imagen dantesca como si los alfileres invisibles si hubieran clavado en mis pupilas un color bermellón atenazaba mis ojos no podía enfocar el reflejo de mi propio semblante de san de mis pasos y casi á tientas descorrió los cortinones que ocultaban tras de sí los ventanales emplomados de aquella estancia así quizás la luz natural de un hermoso día de invierno podría darme algo de calma nada no había nada al otro lado abrí la finestra por compr robar si acaso era aquella desolada visión fruto de los claroscuros producidos por los viejos vidrios opacos colores nada absolutamente nada sonido lejano quizás el tañido de una campana un olor penetrante que podría masticar reconocible un olor que me retrotrae a mi infancia aquel maldito olor a carburo el de los candiles que apenas iluminaban el tajo de los emmy esclavos que trabajaban en las explotas ciones mineras de mi padre una bruma densa y cálida envolvió la habitación el calor subió hacia mis mejillas luego ascendió ya a mis doloridos ojos que como si de una fuerza demoníaca se tratara los empujaba sin tregua fuera de sus cuencas se relevan a toda prisa produciendo un gran estruendo que recorrió toda la casa y me acuchille sí lo hice tapé mi cara con las manos intentando frenar aquel punzante martirio reacciona rex siona me repetía una y otra vez arrastrándome como pude llegué a la mesilla allí descansaba polvorienta la caja taracea da que contenía un ungüento que había preparado ariadna la curandera compuesto en su mayor parte por sebo de culebra atrapado en el miño destripado y en cecina do al sol del calor es agosto habría calle cajita preciosa que me había regalado mi padre de su último