02. 1909 y Militares 6d1s6z

En este capítulo, vamos a hablar de cómo influyen los militares en la sociedad española.

A principios del siglo XX, España se regía por la Constitución de 1876, que es ya una Constitución liberal. Esta época se conoce como la restauración, como hablamos en la introducción, porque se había restaurado la monarquía.

Y esta monarquía ya no era como las anteriores. El rey no tenía plenos poderes y se somete a las decisiones del Congreso. En esta Constitución, los militares pasan a un segundo plano, aunque son los responsables, siguen siendo los responsables, del orden público. Podían declarar el estado de guerra sin contar con el gobierno civil.

Si había disturbios o huelgas, tenían la potestad para restaurar el orden público.

Ello conllevaba decretar estados de guerra que suspendían las garantías constitucionales y también establecían censura de prensa. Una de las regiones más importantes de España era Cataluña, que es por donde entra el progreso por su o con Francia, y es una de las zonas españolas más industrializadas. Ya Carlos III abre los puertos catalanes al comercio con América, que anteriormente solo estaban abiertos para Sevilla y Cádiz.

Esto hace que el crecimiento económico sea muy importante y que aparezca la burguesía. Al ser una provincia de tanto crecimiento, su capitán general gozaba también de gran importancia, tanto que los ministros de la guerra, por norma general, accedían a este puesto desde Cataluña. Bueno, pues en 1906, como hablamos en la introducción, tiene lugar la Conferencia de Algeciras. A España se le concede el protectorado del Rif, que es la zona norte del actual Marruecos, y el fin es pacificar la zona.

En 1909 comienzan los problemas en el protectorado y continúan hasta 1927, cuando Miguel Primo de Rivera somete a Adelcrim, líder de los rebeldes rifeños. En 1925 se produce el desembarco de Alucemas, que es el inicio del fin de la guerra de Marruecos, y este desembarco, de hecho, está estudiado posteriormente por los americanos para el desembarco de Normandía.

Bueno, pues en 1909 parte del ejército español estaba en África, pero al iniciarse los problemas necesitan más soldados. Antonio Maura es en ese momento el presidente del gobierno, y firma un decreto para enviar tropas de reserva a la guerra de Melilla, siendo la mayoría padres de familia y de la clase obrera.

Ya hablamos en la introducción que los reservistas son aquellos que no han cumplido los seis años de la milicia, que se van a su casa a los tres años y si los necesitan los llaman a filas y los excedentes de ocupo después. Bueno, pues entonces hacen un decreto para enviar a esos reservistas a la guerra de Melilla. Pues los sindicatos convocaron una huelga general y el ejército llevó a cabo una dura represión para controlar los disturbios.

Maura decreta el 10 de julio de 1909 la movilización de tres brigadas, la de Madrid, la de Campo de Gibraltar y Cataluña, y el embarque inmediato de esta última. La orden de movilización fue muy mal acogida porque, como hemos dicho, la mayoría de los reservistas pertenecían a la clase obrera. Y esto era porque la legislación de reclutamiento vigente permitía quedar exento de incorporación a filas, bien consiguiendo que otra persona fuera en su lugar, que se llamaba sustitución, eso a cambio de dinero, o bien mediante la redención en metálico.

En Madrid hubo incidentes en la estación de mediodía, que es la actual Atocha, en la madrugada del 20 al 21 de julio. También los hubo en las estaciones de tren de Zaragoza y de Tudela. El gobierno, ante tanta presión, acordó el 23 de julio conceder una pensión de 50 céntimos diarios a las familias de los reservistas movilizados.