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Mod. 7. Pensamiento táctico y defensa emocional. El castigo de tántalo. 5s4q3
24/07/2023
24/07/2023
Continuamos dejando de lado lo injusto de la existencia , y lo malvado de la condición de...
Continuamos dejando de lado lo injusto de la existencia , y lo malvado de la condición de determinadas personas, para ir aprendiendo a conducir la responsabilidad de protegernos hacia nosotros mismos. Si la vida es un viaje en un vagón, gran parte de la calidad del viaje depende de que echemos poco a poco o de una patada a las malas compañías ( en sentido despectivo), e intentemos tratar, atraer, y cuidar a las buenas compañías. Rodeado uno de buena gente y protegiéndonos de la que no lo es, el bienestar personal sube como un valor en bolsa que se dispara.
Injusto o no, si uno no conduce la responsabilidad hacia sí mismo, la conduce hacia el azar o hacia otros, y ahí uno puede poner huevos, pero desde luego no todos, excepto que sea un suicida.
Uno tiene que aprender a defenderse, abandonar la fantasía infantil de que las bestias se van a transformar en príncipes, y aprender a proteger nuestra dignidad, que en el ámbito afectivo es nuestro territorio.
Ladrando, chillando y advirtiendo no mostramos más que debilidad, y poniendo límites y siendo firmes y contundentes al respecto de cuales son las líneas rojas en nuestra vida, nos hacemos respetar, teniendo siempre en cuenta que la vida no está para faroles. Nuestra palabra debe insuflar respeto en el otro, porque nos sentimos capaces, no sólo de advetir a alguien de que le vamos a poner una multa, si no de retirarle el dinero de la cuenta si se pone muy bobo o boba.
Como en el poker, si uno se tira un farol, se lo tira, y si va, va con todas las consecuencias, y en la vida los demás deben sentir que la relación con nosotros está sujeta a unas condiciones razonables de entendimiento, igualdad y negociación.