ElRelatoDelDomingo 234q3d

Carlota me la presentó en la terraza con techo del Café Libélula. Del aguacero nos rescatamos con un capuchino de brandy polaco, que lucía como el típico transgresor en una carta llena de almojábanas sin gluten, tiramisú con leche de cabra y una docena de teas asiáticos...

Desnudo en una meditación insobornable, Nico se dijo que no iba a permitir ni un segundo más de abuso sobre su individualidad. Supo tres años atrás que lo suyo era uno de esos accidentes de la naturaleza que suele matizar la realidad con excepciones aparentemente ilógicas. Para verificar la naturaleza de su hallazgo, citó a Paula en un parque. Ella llevó un vino de combate, aceitunas y dos pares de gafas. Él propuso un queso de cabra y galletas de maní sin centeno. Paula primero rechazó...

La piel de Gina, protegida por una capa de calle, sol, mugre y aventuras, le servía para esconderse de algunos conocidos a quienes no quería ver. Su semblante, aguerrido, lleno de dolor, daba paso a dos cicatrices, una visible en el cuello, llegando a la clavícula y otra debajo de la boca. Tenía una tercera en el abdomen. Las cicatrices le recordaban lo fuerte que había tenido que ser para defender su cuerpo, su único territorio. Gina no sólo era consciente de ser una más de las victimarias contra su propio cuerpo, sino que lo descuidaba con plena convicción...

3.000 personas participamos del experimento. Ninguno conocía mucha información sobre los demás. El contrato que firmé, asumo, fue igual o similar para cada uno de los participantes y su cláusula más importante era la de no contarle a nadie, ni compartir la información sobre los procesos que el experimento realizaba. Y acá estoy, escribo a mano lo que esos dos años me dejaron y cómo logré sobrevivir cuando comenzaron a sospechar que por mi lado ocurriría una fuga que nos delatara. Ignoro si esta carta la vaya a leer otro ser humano algún día, pero me encargaré de que esta verdad no muera conmigo.

Me llaman René. Tengo 23 años, nunca imaginé que la vida me diera esta oportunidad. Me pagan mejor que a todos mis amigos, algunos no tienen trabajo o no tienen cómo pagar sus estudios. Trabajo catorce horas al día con intervalos. 45 minutos son exclusivamente para mi almuerzo, tengo prohibido trabajar mientras almuerzo. En la empresa tenemos piscina, baño turco, jacuzzi, zona de masajes húmedos, zona de masajes secos, videojuegos, instrumentos musicales, sala para cine y podemos escoger entre 3 menús internacionales distintos de cocina internacional cada día. Además hay una zona de alimentación para las pausas activas con todos los productos que envidiaría cualquier dieta vegana, calórica, carnívora o frutífera. Se nos permiten hasta 10 pausas activas durante la jornada...

Siguiendo el consejo de la medium “De los Ángeles”, conocida así más por su oficio que por su apellido, Mariam tramitó una solicitud formal con el embajador de Turquía, para facilitar el engorroso trámite de importación. Se trataba de una escultura de tres metros de altura y dos toneladas de peso que hacía parte de una colección privada…